3 factores de desmotivación en el trabajo

Para fidelizar a los empleados, retener el talento y evitar la desmotivación en el trabajo, las empresas tienen que ser capaces de implicar a sus trabajadores, tienen que ser capaces de favorecer unas condiciones de trabajo que permitan el desarrollo profesional de su equipo y, así, aumentar su motivación en el trabajo, factor indispensable para la productividad y el desarrollo de cualquier empresa.

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Bien, esta es la situación utópica, pero como sabes, muchas veces hay uno o varios factores que alimentan la desmotivación de los trabajadores, provocando el efecto contrario al que cualquier líder querría para su compañía.

¿Cuáles son los principales factores de desmotivación en un trabajo?

1. El trabajo realizado, en términos de tareas a desarrollar, formación, reconocimiento

2. Las relaciones personales, tanto con los compañeros como con los superiores

3. Las condiciones de trabajo (remuneración, horarios, espacio de trabajo, etc.)

Estos tres factores son necesarios para que un trabajador esté satisfecho y motivado en su trabajo. Pero, ¿cómo gestionar cada uno de ellos cuando algo no funciona?

Cómo gestionar los factores de desmotivación

1. Tu trabajo no te motiva

Cuando el trabajo que realizas es tu principal fuente de desmotivación, debes analizarlo para identificar cuál es tu fuente de motivación:

Haz una lista de tus tareas. ¿Cuáles son las que más disfrutas y cómo podrías mejorar aquellas que te resultan más tediosas?

Identifica tus competencias y talentos no explotados. ¿No hay responsabilidades que podrías asumir?

Realiza una recopilación de tus competencias. ¿Cuáles son tus verdaderas capacidades?

Desarrolla nuevas competencias. ¿Qué tipo de formación podría permitirte evolucionar?

– ¿Qué nuevas ideas podrías poner en marcha dentro de tu organización? Si trabajas en una gran empresa, ¿cuáles son tus posibilidades reales de cambiar de puesto internamente?

Este auto-diagnóstico te ayudará a entrar en una dinámica positiva y constructiva. Siendo proactivo, mejorarás tu motivación en el trabajo.

Si a pesar de este ejercicio, sigues sin encontrar sentido a tu trabajo, si no encuentras ningún tipo de disfrute realizando las tareas que te han sido otorgadas, puede que el problema radique en que no has sido seleccionado para el puesto adecuado u ocupas un puesto que no te corresponde.

2. Tu superior no te motiva

Los verdaderos líderes son aquellos que motivan a sus equipos: inspiran, entusiasman y animan. Su papel es acompañar, aconsejar, reforzar y valorar las competencias de cada uno de sus trabajadores.

Si el problema de tu desmotivación es que tu superior no sabe sacar lo mejor de ti y de tus competencias para motivarte, te recomendamos que mantengáis una reunión para que puedas exponerle tus puntos fuertes y cómo podrías poner tus competencias al servicio de la empresa, que competencias te gustaría reforzar a través de formación, qué tareas podría delegar en ti, de qué proyectos te gustaría formar parte. Demuestra tu implicación, tu valía y tus ganas de trabajar en aquello que disfrutas para estar más motivado.

3. Tus condiciones de trabajo no te motivan

Tercer y último escenario. Puede que las tareas que desempeñas sí te motiven y te hagan feliz pero, sin embargo, sean tus condiciones de trabajo tu principal fuente de desmotivación: remuneración, horarios o entorno de trabajo.

En este caso, lo más recomendable es hablar con la persona que corresponda dentro de la empresa para intentar mejorar tus condiciones de trabajo

Sea cual sea el factor que está provocando que tu trabajo sea cada día menos motivador, debes frenar esta situación antes de que derive en el poco recomendable síndrome burnout.