¿Tienes que tomar una gran decisión de manera inminente y quieres que sea la mejor? No es fácil, hay muchos factores que pueden nublar tu capacidad de juicio y empujarte a tomar una decisión poco lógica.
He aquí 3 obstáculos que debes evitar para conseguir tomar la decisión correcta.
Tus propios prejuicios. Todos hemos sido educados de una manera concreta, condicionada por factores como la familia, la sociedad y, en general, nuestro entorno. Todos tenemos prejuicios. Cuanto más consciente seas de ellos, más capaz serás de tomar una decisión crítica. Si llegas a entender las causas que te llevan a dirigirte en uno u otro sentido, más preparado estarás para saber discernir si realmente es así o es uno de tus prejuicios.
Personas iguales que tú. Rodearte de un equipo compuesto por personas que bien podrían ser tu clon no es una buena idea. Cuanto más lo hagas, más vulnerable serás. Si te asocias únicamente con la gente que te gusta porque es prácticamente igual que tú, te estarás perdiendo otros puntos de vista y otras maneras de hacer las cosas, algo sumamente enriquecedor. Socializar con las personas más afines está bien y es lógico pero, a la hora de trabajar, rodéate de los mejores en su trabajo, sean o no las personas que mejor te caen.
Las prisas. Son malas consejeras. Es cierto que hoy en día la rapidez y la flexibilidad son valores en alza. Debes ser ágil, responsable y adaptarte a cualquier entorno pero, ojo, la velocidad es positiva sólo si te estás moviendo en la dirección adecuada. Cuando actúas con prisa sin valorar todas las posibilidades, corres el riesgo de ir demasiado rápido hacia el precipicio.
Tomar una buena decisión no es fácil pero, si dejas a un lado tus prejuicios, aprendes de las vivencias de personas diferentes a ti y reflexionas con calma cada una de las opciones, tendrás una mayor probabilidad de éxito.
Fuente: Forbes
