5 maneras de seguir siendo productivo en verano

Reconozcámoslo, todos nos hemos visto afectados por un descenso en nuestra productividad consecuencia de la época estival. ¿Quién no ha soñado alguna vez con sus inminentes vacaciones durante su jornada laboral? Si a estas ansias de descanso le sumamos las altas temperaturas, los deseos de dejarlo todo y salir corriendo de la oficina son irrefrenables. Así que, si te has sentido así alguna vez, no hay por qué preocuparse, es un mal muy común en esta época.

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Pero, ¿qué podemos hacer para evitar ser menos productivos en verano? He aquí 5 consejos para que el calor y los demás atractivos estivales no tengan un impacto negativo en tu productividad:

1. Trabaja a la temperatura adecuada. Precisamente las temperaturas veraniegas son uno de los factores con más peso a la hora de mermar nuestra productividad. Demasiado calor y cualquier resquicio de productividad comenzará a marchitarse. Demasiado frío y el aire acondicionado podrá ser la causa de caer enfermo. Establecer la temperatura correcta en la oficina es esencial pero ¿cuál es? La temperatura ideal está entre los 24°C y los 26°C

2. Haz ejercicio. Sí, en verano también. Durante los meses más calurosos del año, los gimnasios se vacían. Son muchos los que deciden que dejan la actividad deportiva hasta el inicio del curso pero ¿por qué? Hacer ejercicio mejora la capacidad mental, la concentración y acelera el proceso de aprendizaje. Por supuesto, salir a correr bajo las elevadas temperaturas del mediodía no es la mejor idea pero no deberíamos renunciar a las actividades dirigidas de un gimnasio, nadar en la piscina o practicar deporte temprano o a última hora del día.

3. Aliméntate bien. Una buena alimentación y una dieta equilibrada son pilares esenciales para la productividad, una buena concentración y la mejora del rendimiento. En verano se hace especialmente necesario hidratarse, aumenta la ingesta de frutas y verduras así como reducir el consumo de cafeína. Cuidar nuestra alimentación es necesario todo el año pero, especialmente, con el calor.

4. Aprovecha la soledad de la oficina. En verano, las oficinas se vacían y es el mejor momento para poner las ideas en orden. El teléfono suena menos, hay menos reuniones y menos compañeros con los que interactuar. Es un gran momento para poner nuestra cabeza y nuestra agenda en orden. Fijarnos objetivos, pensar nuevas ideas y anotarlas y, en definitiva, adelantar todas aquellas tareas que se nos atascan durante el resto del año como consecuencia de un gran número de “robatiempos”.

5. Dedícate tiempo. Es necesario que nos dediquemos algo de tiempo a nosotros mismos. No es necesario estar en una paradisíaca isla de vacaciones para poder hacerlo, reservar algo de tiempo a hacer algo con lo que disfrutamos tendrá un impacto positivo directo en nuestro estado de ánimo y, por lo tanto, de nuestra productividad en el trabajo.