cambio en las empresas

Cómo manejar el cambio en las empresas

El cambio es una constante en la vida. Y las empresas no iban a ser menos. Ya sea un cambio en la dirección, una rotación de personal o incluso los efectos socioeconómicos, todas las empresas deben enfrentar cambios en algún momento. Sin embargo, el manejo inadecuado de estos momentos puntuales puede tener un impacto negativo en los cimientos de cualquier organización.

Es importante que la empresa tenga una cultura abierta al cambio. Si no, el primer paso no será del todo bueno. ¿Por qué decimos esto? Pues esta idea viene a decir que mientras más empleados estén dispuestos a aceptar y adaptarse a los cambios, en lugar de resistirse a ellos, mejor le irá a la empresa en general cuando se enfrente a ellos.

Una cultura de resistencia al cambio puede dificultar el proceso de adaptación y afectar negativamente la productividad, generando problemas muy serios que pueden afectar muy negativamente.

Principales cambios a los que se enfrentan las empresas

Las empresas están constantemente en un proceso de evolución y cambio. Algunos de estos cambios son internos y otros son externos, pero todos tienen un impacto significativo en la forma en que las empresas operan y en su capacidad para competir en el mercado.

A continuación, se presentan algunos de los cambios más comunes que pueden ocurrir en las empresas.

  • Tecnología: El avance tecnológico es uno de los cambios más comunes que afecta a las empresas en la actualidad. Los cambios en la tecnología pueden mejorar la eficiencia y la productividad, pero también pueden requerir una actualización constante de habilidades y conocimientos por parte de los empleados.
  • Competencia: La competencia en el mercado es un factor importante que puede cambiar la forma en que las empresas operan. Cuando hay nuevos competidores o cambios en el comportamiento de los consumidores, las empresas pueden tener que ajustar sus estrategias de marketing y ventas para mantenerse relevantes y competitivas.
  • Regulaciones: Las regulaciones gubernamentales también pueden afectar a las empresas. Las leyes y regulaciones pueden cambiar en cualquier momento, lo que puede obligar a las empresas a ajustar sus políticas y prácticas.
  • Mercado: Los cambios en el mercado, como la demanda fluctuante, los precios y las tendencias, pueden afectar significativamente a las empresas. Los cambios en el mercado pueden requerir que las empresas ajusten sus estrategias de producción y ventas para mantenerse a flote.
  • Estructura organizativa: Las empresas también pueden experimentar cambios en su estructura organizativa, como fusiones y adquisiciones, cambios en la propiedad o cambios en la jerarquía y estructura de los departamentos.
  • Empleados: Los empleados son la columna vertebral de cualquier empresa, por lo que los cambios en los empleados pueden tener un gran impacto. Los cambios en el personal, como la rotación, la jubilación o el despido, pueden requerir que las empresas encuentren nuevas formas de entrenar y retener a su personal.

organigrama empresarial

El plan de estrategia frente al cambio

Este documento estratégico debe incluir una comunicación clara y transparente sobre los cambios que se vayan a implementar, así como una estrategia para minimizar sus efectos negativos.

El plan puede incluir una serie de acciones para la capacitación de los empleados, así como medidas para reducir el estrés relacionado con el cambio. También es básico que la empresa tenga un proceso de evaluación para medir el impacto del cambio en la productividad.

Dentro de este elemento se pueden incluir infinidad de indicadores que puedan llegar a controlar el nivel productivo de una persona, un equipo de trabajo, un departamento o una empresa. Con esta información, la dirección puede ajustar su plan de gestión del cambio para maximizar sus beneficios y minimizar los efectos negativos.

Hablando de la dirección, es del todo básico y fundamental que la empresa tenga un liderazgo sólido y estable para guiar a los empleados a través del cambio. Los líderes deben ser capaces de inspirar confianza y estabilidad, proporcionando una figura en la que confiar durante el proceso y con la suficiente capacidad para motivar a los empleados a adaptarse y no quedarse atrás.

Situaciones como punto de inflexión

Existen ciertos momentos en los que el concepto de cambio puede ser relevante en las empresas. Situaciones que, o se gestionan bien, o influirán muy negativamente en la organización.

Un ejemplo claro y evidente es la introducción de una nueva tecnología. Cuando una empresa implementa una nueva herramienta, software, equipamiento o sistema, es importante que los empleados se adapten y aprendan a usarlo para mejorar la productividad. Suelen ser cambios muy importantes a nivel estructural y funcional para mucha gente, la comprensión, paciencia y enseñanza son fundamentales.

También hay cambios cuando se modifica la estrategia empresarial. Es más que evidente que si una empresa decide cambiar su enfoque o estrategia global, es probable que se requieran cambios en la estructura de la organización y en los procesos para adaptarse al nuevo modelo.

Así mismo, cuando una empresa se une con otra, de la forma que sea, se produce un choque de culturas que, normalmente, suele ganar la empresa más grande, quedando la forma de trabajar de la pequeña en un mero recuerdo y haciendo que sus trabajadores se tengan que adaptar rápidamente. Y es que no hace falta que se fusionen dos organizaciones para que ocurra esto, los cambios en el mercado también son un elemento muy a tener en cuenta.

En definitiva, manejar el concepto del cambio en el mundo de la empresa es esencial para mejorar la productividad. Se necesita asentar las bases en planes estratégicos y tener una cultura predispuesta y sin temor a los cambios, ya que aunque no estén planteados, siempre pueden ocurrir, y hay que estar preparados para afrontarlos.

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