Lo vemos lejano pero septiembre está a la vuelta de la esquina. Vuelve el cole, la rutina, y con ellos también el otoño con su nostalgia, su astenia y su cambio de hora. Además, seguimos en situación de pandemia. Con este panorama lo mejor es recargar las pilas y tomar nota de estas recomendaciones para hacerlo todo más llevadero porque, al final, todo es cuestión de actitud.
Olvidarte de las prisas
Puede que no te hayas ido de vacaciones, o que estas no hayan sido tan largas como otros años. O justo lo contrario y que apures hasta el último minuto para disfrutar de ellas. En cualquier caso, es bueno volver a la realidad y a la rutina de forma progresiva. Lo ideal sería regresar con al menos dos o tres días de antelación. Esto te permitirá organizarte y reencontrarte con tu casa, tu ciudad y tus amigos, en definitiva, volver a cambiar el chip. Eso sí, tómatelo con calma y no en plan maratón.
En cuanto a los horarios, también necesitamos adaptarnos de nuevo a los habituales. Procura ir acostándote un poco más temprano cada noche y así por la mañana oirás el despertador sin problemas. Una cena ligera y prescindir de las pantallas antes de irte a dormir te ayudarán a conciliar el sueño.
Volver al trabajo presencial
Si por el contrario vas a reincorporarte de forma presencial, no olvides tener en cuenta las recomendaciones pertinentes a fin de prevenir el COVID-19. Aparte, las primeras jornadas pueden ser algo complicadas, especialmente si no dejaste todo organizado al marcharte.
No pretendas estar al 100% desde el primer minuto sino que tendrás que ir adaptándote gradualmente y subiendo la intensidad conforme pasan los días. Saludar a los compañeros y ponerte al día es una buena manera de reencontrarte con la rutina laboral de una forma sana, fomentando las relaciones cordiales con el resto de la plantilla.
Si fuiste previsor y dejaste todo bien cerrado antes de irte te ahorrarás esa sensación de angustia tan innecesaria. Una lista bien definida con las cosas que dejaste pendiente o varias anotaciones recordándote en qué punto de cierto proyecto te quedaste, te ayudarán a volver a retomar las tareas sin invertir mucho tiempo en refrescarte la memoria.
Olvídate de las heroicidades y querer ser demasiado productivo saltándote los descansos estipulados. Descansar la vista, cambiar de postura, prevenir el bloqueo mental y aumentar la productividad son algunos de sus beneficios a corto plazo.
Si lideras un equipo ofréceles algo que funcione como refuerzo positivo como por ejemplo, una comida de reencuentro, una mejora en las instalaciones o algún evento o actividad.
Septiembre y teletrabajo
Si estás trabajando a distancia puede que sobrelleves mejor la vuelta a la rutina. Quizá los primeros días te cueste más así que concéntrate en no perder el foco y respetar los tiempos procurando establecer parcelas entre vida laboral y personal.
Por otro lado, al faltarte la relación estrecha y cercana con el resto de tus compañeros quizá te sientas algo desanimado y distanciado. La disciplina, unos horarios estrictos, la separación entre vida laboral y familiar, contar con un espacio de trabajo ordenado y cómodo, llevar una vida saludable y mantener el contacto con tus compañeros te ayudarán a evitar el aislamiento y superar esa posible sensación de tristeza.
Gestos que mejorarán tu vida personal
Probablemente los primeros días estés más cansado así que procura mantener los horarios regulares. Ahora que aún hace buen tiempo aprovecha para reencontrarte con tus amigos y disfrutar cuando no estés trabajando.
- Hábitos saludables. Es probable que en verano hayas descuidado algo los buenos hábitos. Aunque es deseable volver a la normalidad tampoco te obsesiones. Lo importante es recuperar la alimentación habitual gestionándolo de forma correcta.
- Ejercicio físico. También deberás retomar tu rutina poco a poco. De esta manera recuperarás el ritmo enseguida y volverás a disfrutar de sus beneficios.
- Relajación. Por su parte, conocer y practicar distintas técnicas de relajación te ayudará a controlar el estrés. Aunque de primeras no te parezca un aspecto muy relevante, invertir un tiempo a la semana en alguna de ellas resultará muy beneficioso para tu bienestar.
- Meditación. Uno de los ejercicios antiestrés más normalizados entre la sociedad. Realizar ejercicios de meditación ampliará tu capacidad cardiovascular y te ayudará a controlar las emociones.
Decálogo para afrontar septiembre con buena actitud
Aunque todos tenemos circunstancias personales distintas, hay una serie de recomendaciones generales que pueden ayudarnos a enfrentar el mes de septiembre.
- Evitar dejarlo todo para el último día.
- Retomar paulatinamente las actividades habituales.
- Mantener una actitud positiva valorando y agradeciendo tener un trabajo en vez de quejarse continuamente por haber regresado.
- Adaptarse progresivamente a los horarios de siempre.
- Tomarse con calma el primer día de trabajo.
- Apostar por un estilo de vida más saludable y hacer ejercicio físico.
- Cuidar la salud mental para mantener el bienestar psicológico.
- Controlar el estrés y respetar las horas de sueño.
- Procurar momentos de tiempo libre disfrutando de las aficiones, la familia y los amigos.
- Buscar nuevas motivaciones y objetivos.
