COVID 19: ¿Cómo desconectar en vacaciones?

Se habla mucho de conciliar la vida laboral y personal. El verano debe ser un momento donde la vida personal tenga todo, o casi todo, el protagonismo. Después del confinamiento por la crisis sanitaria del Covid-19, la palabra desconexión es más trascendente que nunca.

El día a día nos sume en una vorágine que no es raro que termine en estrés. Por eso es más que recomendable realizar un alto en el camino. Teletrabajamos y estamos conectados a todas horas. Llega el momento de retomar contactos con amigos a los que hace tiempo que no se ve, aunque eso sí, guardando la distancia de seguridad, con mascarilla y nada de besos; un buen saludo con el codo es una victoria. Es el momento de organizar grandes planes que la rutina diaria no permite.

Como expertos en atracción, motivación y fidelización de empleados y clientes para mejorar el engagement y los resultados, os facilitamos una serie de consejos para lograr el objetivo principal: DESCONECTAR.

  • Finalizar todas las tareas antes de las vacaciones: dejar todo perfectamente atado ayudará a desconectar de manera más sencilla.
  • Aprovechar para hacer otras cosas: el verano es el momento perfecto para leer o disfrutar de series que habitualmente no se ven por falta de tiempo.
  • Un buen descanso es muy importante: el periodo vacacional debe ser un buen momento para cuidar de nuestra salud y el descanso juega un papel crucial.
  • Disfruta de los tuyos: coleccionar momentos felices y no selfies.
  • Sin horarios: se acabaron las prisas y el ir a la carrera. Cambiar el ritmo es importante para desconectar. Durante todo el año madrugamos, seguimos una rutina, vamos acelerados… pero las vacaciones son el momento para bajar el ritmo y dejar fuera las prisas.
  • Desconexión digital: la tecnología es un gran aliado en el día a día, pero en verano se puede convertir en un enemigo. Se puede estar informado, pero no hace falta consultar las noticias cada 10 minutos.
  • No estar pendiente del móvil: tener el teléfono en el bolsillo muchas veces implica estar recibiendo llamadas, mensajes de WhatsApp o correos electrónicos. No hace falta apartarlo del todo, basta con dejarlo en casa y consultarlo al final del día. Así desaparece la ansiedad que genera la costumbre de mirarlo constantemente.
  • Volver a la rutina antes de volver al trabajo: clave para evitar que la vuelta a la oficina sea más dura de lo necesario.

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