Hygge. Seguro que has oído hablar de él unas cuantas veces últimamente, es uno de los términos de moda. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Podrías definirlo? Te ayudamos.
Hygge (pronunciado hoo-gah) es algo así como el secreto de la felicidad danesa. Dinamarca es el país más feliz del mundo y parece que esto del hygge tiene algo que ver.
Imagínate una tarde de invierno en tu casa. Fuera llueve y tú estás junto a la chimenea, arropado con una suave manta mientas sostienes una taza de humeante café entre tus manos preparado para disfrutar de un buen libro o tu película favorita. ¿Reconoces esa sensación confortable y acogedora? Eso es hygge. Se trata de disfrutar de las pequeñas cosas, de esos momentos llenos de valor en los que no siempre reparamos.
No es tan complicado el secreto de la felicidad, ¿verdad? Pero, ¿se podría aplicar el hygge al entorno laboral? ¿Se podría aplicar el hygge en las empresas para favorecer la felicidad de sus trabajadores?
Como ya sabrás, anualmente se elabora un listado de las empresas “Best place to work” que recoge las compañías en las que, gracias a la combinación de los ingredientes adecuados, todos querríamos trabajar. Analizando las empresas de la lista, podemos observar que todas comparten algunos rasgos.
Una dirección comprensiva y solícita que valora a los empleados, la conciliación entre la vida profesional y personal o una cultura corporativa fuerte y transparente son algunas de las características comunes a todas las empresas valedoras de tan honroso título.
El desarrollo de programas corporativos de bienestar o desarrollo profesional así como la implantación de un sistema de beneficios sociales como cheques guardería o cheques transporte podrían ser la mejor fórmula para aplicar el hygge a tu empresa.
Cuando haces que el bienestar de las personas sea una de las partes fundamentales de tu cultura corporativa, favoreces un sentimiento de pertenencia entre tus empleados que les hará sentirse mejor con ellos mismos y con la compañía para la que trabajan. La sensación de comunidad, de pertenencia a un grupo, de vuelta a la esencia y a conectar con lo que realmente importa, las personas. Eso es hygge.