Los mejores líderes saben que es su equipo es que los conduce al éxito. Como líder o jefe de equipo, deberías asegurarte de que tu equipo está trabajando bien en conjunto. Porque, fijarse unos objetivos ambiciosos o crear una cultura de empresa divertida está bien pero, ¿qué ocurre si los miembros de tu equipo no trabajan bien juntos? Tendrás que emplear demasiado tiempo en evitar y solucionar conflictos, asegurándote de que todas las personas se están empleando al máximo de sus posibilidades.
¿Por qué unos equipos son más productivos que otros? Sencillamente porque sus miembros están mejor avenidos, confían más los unos en los otros.
Un equipo de trabajo, como cualquier otra relación, funciona mejor cuando hay un alto nivel de confianza y colaboración entre los miembros. La base de un equipo productivo es que cada uno de sus integrantes se sienta cómodo y trabaje a gusto con los demás. En un ambiente así, las personas pueden compartir sus ideas sin tener miedo de lo que opinen los demás y pueden ayudarse los unos a los otros sin sentir vergüenza de necesitar el apoyo de otra persona.
Todos queremos pertenecer a un equipo altamente productivo, pero, ¿cómo es un equipo así? El proyecto Aristóteles de Google pretendía precisamente eso, encontrar el equipo perfecto. Para ello, estudió cientos de equipos de trabajo dentro de Google para descubrir los más productivos y analizar qué era lo que les hacía trabajar tan bien juntos.
¿Acaso los equipos más productivos eran aquellos compuestos por los mejores trabajadores de cada disciplina? No. No se trata de quién está en el equipo, sino de cómo interactúa con el resto y, lo más importante, cómo los demás acogen sus propuestas. Una vez más, una cuestión de confianza.
Tras el proyecto Aristóteles, Google aprendió que hay 5 puntos clave que definen un equipo exitoso:
1. Seguridad. Es sumamente importante que los miembros del equipo se sientan seguros para aportar sus ideas y sus opiniones, sin miedo a sentirse inseguros o avergonzados.
2. Confianza. Es vital que los unos confíen en los otros. Sin confianza nunca se podrá construir un equipo altamente productivo.
3. Estructura y claridad. ¿Están bien definidos los objetivos y los roles de cada uno? Tener las cosas claras, qué hace cada uno y hacia dónde se dirige el equipo es clave para un excelente desempeño.
4. Implicación. ¿Están los miembros del equipo trabajando en algo que es realmente importante para ellos? ¿Están implicados y comprometidos?
5. Valor del trabajo. ¿Creen los miembros del equipo que el trabajo que están haciendo es valioso?
