¿Encuentras en la noche tu mejor aliada para trabajar sin parar? Cuidado, tu plan puede ser contraproducente ya que podrías estar perjudicando el crecimiento de tu cerebro y tu memoria.
Cuando cae la noche, el tiempo que pasamos durmiendo es el tiempo que aprovecha nuestro cerebro para “restaurarse y recalibrarse”, se prepara para almacenar nueva información.
Cuando no dormimos lo suficiente, nuestro cerebro no puede recargarse. Además, no podemos procesar la misma cantidad de información. Cuando los malos hábitos a la hora de dormir se vuelven habituales, el cerebro pierde su capacidad de recuperarse, fortalecerse y almacenar información, afectando directamente a nuestra memoria.
Así que, el secreto para mejorar nuestra capacidad cognitiva y cuidar nuestra memoria es así de fácil: mejorar la calidad de nuestro sueño.
¿Cómo hacerlo? Te damos 5 consejos para prepararte para un sueño totalmente reparador:
Evita cenar tarde. Tu cuerpo necesita digerir bien los alimentos. Los alimentos contienen muchas veces azúcares que alteran nuestro patrón de sueño y, por eso, es importante cenar al menos 3 horas antes de acostarnos. Si puntualmente tienes que cenar tarde, escoge alimentos ligeros y ricos en proteínas.
Evita la cafeína. El café interfiere en la producción de serotonina. Tomar demasiado café no solo te dará un extra de energía, sino también un extra de ansiedad.
No entrenes tarde. Los entrenamientos a última hora de la noche revolucionan nuestro organismo y estimulan los neurotransmisores de nuestro cerebro. Entrenar es una estupenda forma de empezar el día, pero no de acabarlo.
Ajusta la temperatura de tu habitación. La temperatura ideal para tu habitación se encuentra entre 16 y 19 grados. El excesivo calor o el excesivo frío interfieren en la fase REM y el sueño profundo.
Lee una revista o un libro (pero aleja las pantallas). Las pantallas alteran notablemente nuestros patrones de sueño porque están mandando señales a nuestro cerebro de que tiene que mantenerse despierto.
Cuida tu sueño porque es el momento en el que tu cerebro se recupera de la actividad diaria y se prepara para nuevos retos. Un sueño reparador nos ayuda a mejorar nuestra capacidad cerebral, nuestra memoria y nuestra productividad.