Tras varios años de crisis económica que ha afectado directamente al empleo y al funcionamiento de las empresas, éstas reclaman cada vez más un aumento de medidas que permitan aumentar la competitividad y a crear empleo.
Hemos conocido los datos de un estudio mundial llevado a cabo por Regus en el que han participado más de 19.000 empresarios y que destaca como conclusión que el 76 por ciento de las empresas encuestadas consideran el trabajo flexible como una forma de ahorrar dinero y aumentar la competitividad.
Y es que este tipo de trabajo permite a las empresas reaccionar con más rapidez y esto es muy beneficioso para organizaciones que trabajan a nivel mundial y que se tienen que enfrentar a los mercados cambiantes.
Pero no solo las grandes marcas se pueden aprovechar del trabajo flexible si no que toda empresa tiene en sus manos el poder establecer más fácilmente bases permanentes con los clientes. Esto significa que se pueden acercar a ellos entendiendo y adaptándose a sus necesidades.
El trabajo flexible permite también que los trabajadores se organicen y cumplan objetivos de manera más motivante, incluso puede afectar positivamente a la conciliación de la vida laboral y personal.
Fuente: equiposytalento.com
Foto: steelcase.com