En palabras de Dominique Méda, profesora de sociología en la Universidad París-Dauphine, “El trabajo es uno de los fundamentos del orden social, determina el lugar de los individuos en la sociedad. Trabajar es una norma, un hecho social.”
Pero y los empleados, ¿qué opinan de su trabajo? ¿Le encuentran sentido a invertir cada día horas de su vida en su empleo? Y si es así, ¿cuál es ese sentido? Veamos los resultados que arroja un estudio realizado entre 2329 personas por Deloitte en Francia el pasado mes de diciembre.
El sentido del trabajo, una noción difícil de entender
Si bien la mayoría de las personas interrogadas (87%) reconocen la importancia de “encontrarle sentido a su trabajo”, es bastante complejo encontrar una definición única para este concepto. De hecho, puede haber tantas definiciones como motivaciones de los empleados (utilidad en el trabajo, realización personal, estatus, valores corporativos, economía…)
Entre los encuestados, el sentido del trabajo es percibido principalmente como:
– Algo colectivo (49%)
– Algo individual (30%)
– Algo relevante desde el punto de vista de la organización (21%)
Más precisamente, el sentido del trabajo está asociado a las tareas cotidianas para un 29%, mientras que un 26% lo asocian al liderazgo colaborativoy para otro 26% está más ligado a los valores y la cultura corporativa.
Es interesante resaltar que la mayoría de las personas (85%) considera que depende de cada uno encontrarle sentido al trabajo.
En realidad, el sentido al trabajo se puede encontrar en un punto de equilibrio entre el punto de vista individual (las propias necesidades y aspiraciones) y el punto de vista organizacional (definición de una dirección clara y unos objetivos concretos).
El sentido del trabajo se puede enfocar desde tres perspectivas diferentes: el “tener”, el “ser” y el “hacer”.
El “tener” representa la adquisición de diferentes capitales a través del trabajo:
– Económico (salario, beneficios sociales, incentivos…)
– Social (estatus, red de contactos profesionales…)
– Cultural (experiencia, desarrollo profesional, capacitación en diferentes competencias…)
El “hacer” se refiere a la producción, la ejecución de una tarea que implica una colaboración directa o indirecta. Y, finalmente, el “ser” está más vinculado a la realización personal de las personas en su entorno laboral.
Fuente: Parlons RH