La ergonomía en el trabajo se ha convertido en un pilar fundamental para el bienestar del personal en las empresas. Imagina un día que transcurre sin dolor de espalda, estrés laboral o fatiga. Esto es posible teniendo en cuenta la ergonomía, que transforma los espacios de trabajo en entornos de mayor confort, mejorando el rendimiento y la productividad.
Sigue leyendo y descubre cómo implementar las diferentes estrategias y métodos que te ayuden a identificar y analizar los riesgos ergonómicos en el entorno laboral.
¿Qué es la ergonomía en el trabajo?
Más allá de ser un simple conjunto de conocimientos, la ergonomía en el trabajo se configura como un enfoque integral que busca optimizar la interacción entre los diferentes perfiles de la empresa, las tareas laborales, las herramientas que se utilizan para llevarlas a cabo y el entorno.
Consiste en adaptar el trabajo a las personas, no al contrario. Es necesario analizar de forma minuciosa cada aspecto, desde el diseño del puesto de trabajo hasta la organización de las tareas. Por tanto, para llevar a cabo su implementación, habría que considerar puntos como el mobiliario, las herramientas y equipo, la iluminación, el ruido, el clima, la gestión en general: organización del trabajo, carga y ritmo, así como la formación de los trabajadores y trabajadoras. Además, su aplicación requiere de un enfoque multidisciplinario que involucre a diferentes profesionales: médicos, psicólogos, ingenieros y especialistas en prevención de riesgos laborales.
Tipos de ergonomía en el trabajo
Podemos hacer una clasificación en tipos de ergonomía del trabajo, teniendo en cuenta los aspectos del entorno que afectan a los diferentes perfiles de la empresa. Los más importantes son:
Ergonomía cognitiva
Este tipo de ergonomía estudia las necesidades psicológicas de los y las empleadas, enfocándose en la carga mental, la toma de decisiones, la atención y la concentración, como por ejemplo puede ser la gestión del estrés durante el desempeño de la actividad laboral, el impacto emocional que suponen algunos puestos de trabajo, etc. Su objetivo es optimizar los procesos mentales para un trabajo más fluido y satisfactorio.
Ergonomía ambiental y visual
Evalúa y controla las condiciones físicas (el ambiente) del entorno de las trabajadoras y trabajadores durante su jornada laboral, tales como: el ruido, la iluminación, la temperatura y la calidad del aire. Su objetivo es optimizar el entorno visual para prevenir problemas como la fatiga visual, que están relacionados con el puesto de trabajo y las tareas a realizar, para crear un espacio de trabajo saludable y seguro.
Ergonomía física
Es uno de los tipos de ergonomía más conocidos. Se centra en el estudio de las características anatómicas, fisiológicas, antropométricas y biomecánicas de las personas, relacionadas con la actividad que estas desarrollan en sus puestos de trabajo. El principal objetivo es estudiar estos aspectos para encontrar cuáles son las mejores posturas y movimientos para ellas, con el fin de garantizar su seguridad y salud física durante las jornadas laborales, prevenir lesiones musculoesqueléticas y mejorar la comodidad mediante el diseño de puestos de trabajo ergonómicos, la selección adecuada de herramientas disponibles y la promoción de posturas correctas.
Ergonomía organizacional y temporal
Aborda la estructura y organización del trabajo, así como los tiempos, considerando aspectos como la carga de trabajo, el ritmo de trabajo, las jornadas laborales, los tiempos de descanso, la comunicación, la cultura organizacional y el trabajo en equipo. Busca crear un ambiente laboral positivo que impulse el bienestar y la productividad.
¿Cómo afecta la ergonomía en el trabajo a la productividad y el rendimiento?
La ergonomía en el trabajo y la productividad laboral están estrechamente relacionadas. De este modo, planificar y ejecutar mejoras ergonómicas en los puestos de trabajo minimiza de manera significativa el absentismo laboral, producido en gran medida por lesiones o trastornos musculoesqueléticos, como pueden ser los problemas cervicales, la lumbalgia e incluso los vértigos. Por tanto, no aplicar estos ajustes ergonómicos en la empresa puede afectar negativamente a la productividad de los empleados y su rendimiento.
Conocer cuáles son las necesidades de cada persona, tener en cuenta el puesto que desempeña y ser conscientes de cuáles son sus operaciones y movimientos durante la jornada laboral, son aspectos clave para poder ofrecer a los y las empleadas las mejores condiciones, contribuyendo a su comodidad y la realización de sus tareas, además de potenciar su productividad y eficiencia.
Por otro lado, un entorno ergonómico bien diseñado reduce la fatiga y el estrés, favoreciendo la salud mental de las personas que trabajan en él y propiciando un aumento de su concentración y compromiso, así como disminuyendo la distracción. Además, la ergonomía juega un papel decisivo en la mejora de la interacción humana con las máquinas y sistemas, lo que facilita una ejecución más rápida y precisa de dichas tareas y contribuye a un flujo de trabajo más eficiente y menos propenso a errores.
Beneficios de la ergonomía en el trabajo
La implementación de prácticas ergonómicas en el lugar de trabajo genera una serie de beneficios tangibles tanto para el personal, como para las empresas. Esta es una selección de los más importantes:
Prevención de riesgos laborales y promoción de la salud
La ergonomía busca crear ambientes confortables donde los puestos de trabajo no tengan consecuencias negativas para las personas que forman parte de la organización. No solo garantizando su salud física y mental, sino también promoviendo su salud y comodidad en el puesto de trabajo.
La implementación de estas prácticas va a favorecer la reducción de lesiones musculoesqueléticas causadas por posturas inadecuadas, movimientos repetitivos y esfuerzos excesivos, además de proporcionar un ambiente más tranquilo y relajado, reduciendo el estrés y mejorando el estado de ánimo en general. Hay que tener en cuenta que las personas activas laboralmente destinan muchas horas de su día a sus tareas profesionales, pasando mucho tiempo en sus puestos de trabajo. Cuando estos están adaptados a sus características y necesidades, repercute positivamente en su bienestar, permitiéndoles disfrutar de una mejor calidad de vida, lo que impacta positivamente en su vida personal, familiar y profesional.
Trabajadores más productivos y eficientes
La fatiga física y mental es uno de los principales trastornos que se observan a menudo en las personas, debido al cumplimiento de sus jornadas laborales. Al implementar la ergonomía en el trabajo, estos factores se ven reducidos. Gracias a ello, la concentración en sus tareas asignadas aumenta, así como su rendimiento y la optimización de su tiempo. De este modo, la cantidad de errores cometidos también disminuye, lo que proporciona una mayor productividad.
Esto no solo se ve reflejado de manera individual, sino también en la productividad colectiva: un equipo saludable y colaborativo trabaja de manera más eficiente y sinérgica.
Reducción de costes
Entre los costes comunes a todas las empresas está el destinado a pagar seguros médicos, sustituciones y contrataciones temporales. Gracias a la implementación de la ergonomía en el trabajo, las bajas por enfermedad o lesiones laborales se reducen, por lo que también disminuyen los costes que surgen en consecuencia.
Por otro lado, los costes derivados del reclutamiento de personal, la capacitación y el onboarding, propios de todo proceso de selección, también se ven reducidos cuando las personas trabajan en un entorno saludable y motivador del que no sienten tener que escapar, por lo que se reduce la rotación de personal. Además, una empresa comprometida con el bienestar de sus empleados y empleadas, proyecta una imagen positiva y responsable, lo que puede atraer a nuevos talentos y clientes.
Impulso a la innovación
El espacio de trabajo adaptado a las características de todos sus perfiles, favorece la creatividad, la innovación y la resolución de problemas y, sin duda, cuando una empresa se muestra innovadora y comprometida con el bienestar de sus empleadas y empleados, va a estar posicionada como una organización líder en su sector.
Además, la ergonomía en el trabajo permite también introducir de manera progresiva las nuevas tecnologías, con el objetivo de mejorar el rendimiento laboral, automatizando por ejemplo tareas de trabajo que permiten optimizar mucho mejor el tiempo. Aunque algunas personas pueden ser más reticentes a la hora de adaptarse a su uso, introducirlas de manera paulatina impedirá que se sientan desplazadas o frustradas, arropadas por una red de apoyo. De este modo, la capacitación de estas habilidades va a permitir que se vuelvan más flexibles, dispuestas a afrontar los cambios y los nuevos desafíos del entorno laboral.
Mejora del clima laboral y la satisfacción del personal
Como ya hemos comentado, un espacio de trabajo ergonómico y cómodo contribuye a crear un ambiente laboral más agradable y motivador. La implementación de un plan que apueste por la ergonomía en el trabajo, demuestra el compromiso de la empresa con el bienestar de su equipo, y eso se va a ver reflejado en su satisfacción y lealtad hacia la organización.
A su vez, un ambiente laboral saludable y positivo favorece la comunicación, la colaboración y el trabajo en equipo y, como es de esperar, unas empleadas y empleados sanos, cómodos y motivados están más comprometidos con su trabajo y con el éxito de la empresa.
Podemos concluir entonces que la ergonomía en el trabajo no solo otorga beneficios a la organización, sino también a las personas que forman parte de ella, independientemente del rango que ocupen. Estudiar y analizar la relación del personal que forma parte de la empresa con el entorno es clave para que esta funcione adecuadamente, y para crear una plantilla eficiente, capaz de cumplir los objetivos, implicándose en la organización y ayudando a que esta crezca.