Este verano ¡no te dejes la piel!

La piel es el órgano más grande del cuerpo. Actúa como barrera entre el organismo y el entorno protegiéndolo del calor, la luz, posibles lesiones y muchas infecciones, entre otras cosas.

El cambio de hábitos durante los meses de confinamiento, sumado a la lógica preocupación e incertidumbre del momento, pueden terminar por pasarle factura. A esto se le suma la llegada del verano y con él, las altas temperaturas y los riesgos derivados de la exposición solar. Por estas razones, ahora más que nunca es importante prestarle la atención que se merece.

 

Piel y mascarillas

El coronavirus nos ha dejado dos complementos indispensables: el gel hidroalcohólico  y la mascarilla. Si bien es cierto que esta puede resultar algo incómoda con el calor no debemos olvidarnos de ella ya que reduce el riesgo de contagio, tanto a nosotros mismos como a los demás.

El uso de la mascarilla a diario también puede tener un efecto negativo sobre la piel del rostro, que puede ir desde la aparición de eccemas hasta el empeoramiento del acné. El roce constante en zonas concretas de la cara nos indica que vamos a tener que darle un cuidado extra, al menos por un tiempo. Una buena crema hidratante va a la mejor aliada para hacerle frente.

La piel necesita un poco de espacio para respirar, por lo que es importante asegurarse de que se ajusta perfectamente cubriendo nariz y boca pero no que esté tan apretada que pueda dañarla. Además es importante cambiarla con frecuencia, especialmente cuando la notemos húmeda.

Como parte del aseo diario hay que lavar bien la piel y aplicar una crema hidratante ligera. Las cremas demasiado grasas pueden afectar al sellado de ciertas mascarillas. De la misma manera, es recomendable evitar el uso de maquillaje en la zona cubierta ya que puede bloquear la circulación del aire.

Por la noche, debe lavarse y limpiarse la piel aplicando una loción ligera. En todos los casos, hay que lavarse las manos con agua y jabón después de tocar la mascarilla.

Si notas áreas en la piel que están ásperas o agrietadas consulta con tu dermatólogo. Él valorará  la zona prescribiendo un tratamiento específico en caso necesario.

 

Protegerse del sol en la nueva normalidad

En este inicio de temporada estival la piel de muchas personas se encuentra menos preparada para el sol de lo que suele ser habitual en estas fechas. Haber estado aislados en casa implica que la adaptación va a ser más abrupta y menos gradual que en años anteriores.

Este hecho aumenta el riesgo de quemaduras solares, que son uno de los factores más relacionados con el cáncer de piel, por lo que es importante prevenirlas. Las mascarillas no evitan la exposición a los rayos UV así que durante los primeros días es recomendable elegir una protección alta (SPF50).

Otro aspecto a tener en cuenta es que el uso de mascarillas hace que nuestra piel sea más proclive a la irritación, debiendo de tener más cuidado y evitando tomar el sol si la notamos inflamada o irritada.

Respecto al resto del cuerpo, aplicarse la protección solar es una recomendación básica, más aún tras haber estado menos horas de las recomendadas expuestos a la radiación solar. En general, si el tiempo de exposición va a ser mayor de diez minutos los expertos aconsejan su aplicación media hora antes ya que no actúa de forma inmediata. Además debe renovarse cada dos horas incluso en días nublados puesto que la radiación es igual de peligrosa.

Si los dermatólogos aconsejan como norma general una adecuada hidratación de la piel, todavía es aún más importante hacerlo después de la exposición solar.

 

Las manos y el gel hidroalcohólico

Junto a la mascarilla, el gel hidroalcohólico se ha convertido en un gran aliado en la lucha contra el coronavirus, especialmente si no tenemos agua y jabón a mano.

Pensando en los días de playa que están por venir, puede que surja la duda sobre si es aconsejable o no su uso mientras estamos expuestos a los rayos del sol. Su alta concentración de alcohol y la sensación de rápida absorción pueden conllevar efectos nocivos como reacciones irritativas, fácilmente confundibles con quemaduras. Por ello, los expertos recomiendan el lavado de manos como opción preferida, así como la aplicación de crema de protección solar antes de salir de casa.

De igual manera, mientras estemos expuestos ya sea en la playa o en la piscina siempre es mejor el lavado de manos. El uso del gel hidroalcohólico será preferible después de la exposición solar o cuando nos dispongamos a ir a un restaurante, establecimiento o similares.

Asimismo, también hay que tener especial precaución con los productos con fragancias y perfumes porque aumentan significativamente el riesgo de sensibilización  o reacciones solares denominadas fotodermatitis.

 

Los deportes al aire libre

El sol es el principal agente responsable del envejecimiento de la piel, por lo que es importante concienciarse de la necesidad de protegerla frente a la radiación siempre que se vaya a estar en el exterior, independientemente de la estación del año o incluso si el día está nublado.

Dermatólogos de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recomiendan a la población exponerse al sol con sensatez y tener en cuenta una serie de consejos útiles para lograr todos los beneficios del sol sin sus peligros.

  • La exposición al sol debe ser progresiva, empezando por 5 minutos el primer día que irán subiendo paulatinamente.
  • Evitar practicar cualquier deporte en las horas en las que la incidencia solar es más fuerte.
  • Llevar siempre una gorra y utilizar prendas que protejan del exceso de sol. Pueden encontrarse en tiendas especializadas.
  • Utilizar protección solar con SPF adecuado y con resistencia al agua y al sudor. Aplicarla media hora antes de salir a entrenar.
  • Beber dos litros de agua al día para mantenerse hidratado.

 

 

Este verano va a ser algo distinto a los anteriores pero después del confinamiento todos necesitamos un tiempo para desconectar. A la novedad del uso de la mascarilla, la distancia social y el lavado de manos se une la ya clásica de aprovechar los beneficios del sol de forma segura. Tenlo en cuenta y protégete siempre.