La investigación de mercado es un proceso de recopilación, análisis e interpretación de información. El objetivo es conocer en profundidad un mercado objetivo, a los consumidores, a los competidores o al sector en su conjunto.
Ejecutar estudios de mercado es la base para cualquier empresa que quiera crecer y asentarse como referencia entre su competencia.
Es ideal, por ejemplo, para identificar un nuevo mercado y lanzar un nuevo producto. Sin la información recabada por el estudio de mercado no será posible evaluar las posibilidades, los riegos ni las oportunidades.
En definitiva, el estudio de mercado ayuda a las empresas a tomar decisiones basadas en datos contrastados. Gracias a este tipo de investigaciones, se puede eliminar las dudas hacia nuevas líneas de negocio potenciando la innovación y canalizar recursos hacia ideas y proyectos que tienen el mayor potencial.
Las empresas, en diferentes etapas de crecimiento, realizan estudios de mercado por varias razones.
Entre ellas se encuentra, como hemos mencionado antes, la determinación de la viabilidad de una nueva línea de negocio. Comprobar la demanda en ese nicho de mercado, determinar, comparar y analizar en profundidad todos los competidores, así como proveedores y distribuidores es algo que entra dentro de las bases de un estudio de mercado. Tras el análisis de todos los datos, se llegará a una conclusión y se tomarán las decisiones correspondientes en cada materia.
Lo mismo ocurre con las nuevas tendencias de marketing y de negocio en general, deben forman parte de un estudio de mercado que analice cómo se mueve la industria y cuáles son las acciones más interesantes para la promoción y expansión del negocio. Se han de desarrollar estrategias sobre cómo mantenerse a la vanguardia o adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. En definitiva, se trata de ayudar a impulsar el éxito de las campañas de promoción obteniendo información al medir el sentimiento del cliente y comprender la percepción de la marca.
Una herramienta de anticipación
Una de las ventajas de utilizar los estudios de mercado como herramienta en una empresa es que puede llegar a mejorar el nivel de innovación en el negocio.
Gracias a la investigación, se pueden identificar problemas con ciertos aspectos comerciales, como el servicio al cliente, o incluso dentro de la cadena de producción, con una mayor anticipación al error. Esto puede ayudar a las empresas a superar problemas futuros de una manera más eficiente.
Una moderna variable del concepto de investigación de mercado es el Growth Hacking. Una serie de acciones basadas en analítica, creatividad y lo digital que puede ayudar a diferentes empresas a crecer en su nicho de mercado.
¿Qué es el Growth Hacking?
Todo evoluciona. Las herramientas comerciales también. Y lo tradicional, como puede ser un estudio de mercado, crece, se moderniza y evoluciona hacia otro concepto como el Growth Hacking. Realmente se basan en lo mismo, en la investigación y en la analítica de datos empresariales para determinar conclusiones y fijar objetivos.
Estas nuevas técnicas están muy de moda actualmente y hay profesionales del marketing, la publicidad y la investigación de mercados que se están posicionando como grandes expertos en Growth Hacking.
Sin duda, es una profesión de moda. Pero yendo a sus orígenes, os queremos contar dónde y por qué nace este nueva tendencia laboral y en qué situaciones puede ser ventajosa para una empresa.
“La ley del mínimo esfuerzo”. Es una frase que se ha escuchado en nuestro país durante generaciones en hogares y escuelas. Es algo que se le dice a una persona cuando intenta sacar el máximo provecho posible, pero lo hace con el mínimo esfuerzo posible. Pues, a grandes rasgos, es la base del Growth Hacking en el mundo empresarial. Hacer crecer una empresa de forma rápida, pero sin un gran gasto en recursos. Se asocia al mundo de las Startups y es una tendencia con mucho peso en Estados Unidos y que, poco a poco, se ha ido extendiendo por Europa.
Es una técnica que no siempre le va a funcionar a todas las empresas. Puede que sea efectiva, en parte, para aquellas sociedades que comiencen su actividad, pero aún no se ha visto su eficacia en estrategias globales dentro de empresas con una historia y una consolidación más importante. Por tanto, aunque sea una disciplina con cierta fama en la actualidad, no siempre es recomendable su uso. Hay que estudiar bien las opciones y pensar antes de actuar.