Remodelando la experiencia del empleado para paliar el estrés

El estrés relacionado con el trabajo va en aumento, no es nada nuevo. Este incremento deriva en un impacto negativo en entornos laborales, concretamente en elemento clave que se denomina rotación de personal. 

Un ambiente de trabajo poco atractivo, desmotivador o incluso con problemas afecta negativamente a los trabajadores, lo que hará que se terminen marchando a otras empresas en busca de un mejor entorno. Para no caer en esa rotación excesiva de empleados las organizaciones deben cambiar la manera de proyectarse ante sus equipos, aprovechando las fortalezas de cada uno de los miembros y limando las debilidades. Solo de esta manera se conseguirá que el talento se retenga e, incluso, se consiga atraer a personal más cualificado.

La pandemia ha presentado innumerables desafíos para todos. Los profesionales de recursos humanos han tenido que tomar decisiones complejas en relación con al empleo y la contratación del personal. Y del otro lado, el de los trabajadores, se han visto envueltos en un mar de dudas e incertidumbre no solo laborales, sino también personales a las que hay que sumar una increíble adaptabilidad al teletrabajo y conciliación.

Estrés y ansiedad: un combo difícil de gestionar

Para muchas personas, el estrés o la ansiedad son problemas muy graves, que afectan a su vida privada y familiar de la misma manera que un problema de salud físico. El teletrabajo ha sido un gran aliado para los trabajadores que sufren este tipo de problemas derivados de un mal ambiente, es decir, el estrés o la ansiedad viene derivada de una convivencia en los lugares de trabajo viciada y negativa. El trabajo en remoto amortigua en gran medida este tipo de problema, ya que no hay un contacto ni tan directo ni tan constante con aquello que lo genera.

Quizás ese pueda ser una solución preventiva, pero nunca definitiva. Si un mal ambiente entre miembros de un equipo genera a una o varias personas problemas de salud mental lo que tiene que hacer el responsable es atajarlo, de una manera o de otra, pero no basta con aplicar el teletrabajo y olvidarse. Y no es suficiente porque, aunque ahora el trabajo en remoto está muy activo en gran parte de las organizaciones, la vuelta a las oficinas llegará tarde o temprano y aunque el teletrabajo se mantenga de una manera parcial o rotativa entre los empleados, si hay mal ambiente y crispación entre personas los problemas irán a más.

La rotación alta es negativa es prácticamente cualquier empresa y cualquier sector. En organizaciones con altos niveles de bajas y altas en los equipos se pierden por el camino elementos que son claves para fortalecer vínculos y formar equipos fuertes. Por no decir que los años de experiencia en cualquier empresa son un punto muy importante y crear una cultura que se puede trasladar a los nuevos reclutas. Aquellas empresas que tienen una baja rotación pueden llegar a obtener ventajas importantes frente a las que no consiguen retener a sus trabajadores. Ya hemos hablado de la relevancia que acredita la experiencia y cultura a la hora de instruir a las personas nuevas, pero otro factor clave es el económico y el productivo.

Los costes de contratar

El departamento de recursos humanos consume muchos recursos económicos y de tiempo si trabaja constantemente en bajas y altas. Los procesos de selección son muy costosos y laboriosos de ejecutar. En cambio, si el nivel de rotación es bajo, los profesionales en cuestiones de gestión de talento se pueden dedicar a optimizar la satisfacción de los empleados. De esta manera se consigue crear un equipo de trabajo fuerte, concienciado y motivado para conseguir los objetivos.

Objetivos que se conseguirán de una manera más eficiente si los empleados se familiarizan con la forma de trabajar de la empresa, las metodologías, herramientas y aplicaciones…

En resumidas cuentas, conseguir que los empleados no se vayan a otros lugares de trabajo debe ser una de las principales estrategias de las organizaciones en la era post-pandemia.

Uno de los puntos clave para conseguirlo es la flexibilidad. Los indicadores tradiciones se basan en datos muy rígidos, que nada tienen que ver con la forma actual de trabajar ni con los horarios que desde un tiempo a esta parte se saben más eficientes.

En definitiva, que mientras que el estrés ha sido comprensiblemente alto para la mayoría de los trabajadores durante el último año, ya que se han adaptado a las nuevas formas de trabajar, comunicarnos y lograr los objetivos que se establecieron en un entorno muy diferente, también ha evolucionado la perspectiva. A medida que las empresas regresan en un formato híbrido, o incluso siguen trabajando de forma remota, es vital que los líderes sigan cuidando al personal. Y hoy más que nunca.

 

Fidelizar el talento, una estrategia de futuro

Las empresas son conscientes de lo importante que es contar con buenos trabajadores y por eso procuran fijar estrategias para retener el talento. A continuación encontrarás algunas de las más comunes, entre las que destaca la necesidad de garantizar que la remuneración salarial esté conforme a las funciones ejercidas.

 

Apostar por su desarrollo y crecimiento laboral

Uno de los factores que más influyen en el abandono de los puestos de trabajo por parte de los empleados es la dificultad para crecer profesionalmente. Esto suele darse sobre todo en empresas pequeñas donde hay pocos niveles de mando, con lo que el empleado se frustra cuando no ve ninguna posibilidad de ascender de categoría.

Por eso, ofrecer oportunidades de desarrollo profesional como promociones internas o participar en los retos de la empresa es vital para fidelizar el talento. Los trabajadores se sentirán más valorados y agradecidos y tendrán la oportunidad de demostrar lo mejor de sí, lo que aumentará su engagement con la empresa.

En este sentido es muy importante apoyar y motivar a los empleados, bien sea a través de cursos o de diferentes eventos que sirvan para ampliar sus conocimientos. Estas actividades estimulan la creatividad, mejorando la calidad del servicio.

En este aspecto los mandos directivos tienen una gran responsabilidad. Ser un buen jefe no depende solo de si desempeña bien o mal el trabajo. Parte importante es controlar el buen funcionamiento y la armonía del equipo que se dirige.

 

Reconocer su valía

En ocasiones olvidamos reconocer el mérito y el esfuerzo de los empleados, tanto por sus logros individuales como por su labor de equipo. Muchas veces se debe a que lo damos por hecho o a la carencia de una comunicación diaria y fluida, indispensable para conocer aspectos relacionados con su rendimiento, productividad y estado emocional.

Conseguirla en los dos sentidos va a generar un feedback que incrementará la confianza, la motivación y el compromiso en el entorno de trabajo. Los empleados pueden expresarse y ser tenidos en cuenta con lo que se sienten parte de la organización.

Felicitar a los empleados cuando han realizado un buen trabajo es una estupenda forma de motivación que, además, refuerza el comportamiento que se desea conseguir. Otra manera de agradecimiento es a través de los aumentos de salario, que deben quedar bien definidos a priori.

 

Ser flexibles

Hay que tener presente que los empleados son personas que se desenvuelven en un contexto familiar y social, con lo que es importante respetar y comprender sus circunstancias, manifestando flexibilidad cuando la ocasión lo requiera. De esta manera, el empleado se sentirá valorado y considerado y, por lo tanto, más comprometido con la empresa. De igual modo, tiene que existir un equilibrio entre la vida laboral y personal de los trabajadores. De ser así, se favorecerá un clima laboral óptimo en el que se desarrollen relaciones interpersonales positivas, dirigidas hacia el trabajo en equipo y el compañerismo.

 

El salario emocional

Entendemos por salario emocional el conjunto de todas aquellas retribuciones no económicas que el trabajador puede obtener de la empresa y cuyo objetivo final es incentivarle.

Todas esas facilidades asociadas al salario emocional se traducen en beneficios no sólo para el empleado sino también para la empresa.

  • Aumentan el sentimiento de pertenencia.
  • Facilita la retención del talento atrayendo además a nuevos profesionales.
  • Disminuye el absentismo laboral.
  • Aumenta el rendimiento y la productividad.

Los beneficios sociales son soluciones y servicios especiales que ofrecen las empresas a sus empleados más allá del salario. Hay dos formas de implantarlos: como ayuda (a la comida, transporte o guardería) o dentro de un plan de retribución flexible.

 

  • UpGourmet. Uno de los beneficios sociales más valorados por los empleados, así como uno de los más extendidos al suponer una importante ventaja económica para las empresas y los empleados.
  • UpTransporte. Cuida el ambiente y supone una gran comodidad para el empleado, es prepago y se puede utilizar para la adquisición de títulos de transporte público colectivo de viajeros (autobús, tranvía, tren y metro) válidos en España, de una manera muy sencilla y a un precio inferior al de las tarifas oficiales.
  • UpEducaInfantil. Es el mayor beneficio social que las empresas pueden ofrecer a los padres y madres trabajadores con hijos en el primer ciclo de educación infantil, es decir, de 0 a 3 años, ya que permite a aquellos empleados obtener un ahorro fiscal de hasta 3 mensualidades al año en el pago de su Centro de Educación Infantil.

 

Los responsables del área de Recursos Humanos así como los directivos de una empresa tienen que optimizar y dinamizar el talento. Para empezar porque hay que aprovechar la inversión de recursos utilizados para formar al equipo de trabajo.

Por otro lado, los empleados de una empresa son su mejor carta de presentación así como una herramienta de marketing muy potente. Mantienen una relación directa con los clientes y, por lo tanto, representan los valores de la empresa pudiendo llegando a fidelizarlos. Deberás tener esto muy en cuenta si quieres que tu organización prospere, sobre todo en esos casos donde el empleado mantiene una estrecha relación con los clientes.