Todos tenemos problemas, es la manera de enfrentarnos a ellos lo que nos diferencia. Puedes optar por aprender a manejar la situación y buscar su solución, o puedes dejarte llevar por la espiral infinita del estrés y caer en un círculo vicioso difícil de parar: dormir mal y alimentarse peor, generar más estrés y así, sucesivamente.
Cuando estamos estresados no pensamos con claridad y nuestras decisiones no suelen ser las más acertadas. Además, tiene efectos físicos y mentales que acaban afectando negativamente en nuestro trabajo.
Pero te vamos a decir algo que quizá te sorprenda. El estrés no tiene por qué ser algo negativo, siempre y cuando sepas manejarlo. En el momento en el que consigas convertir el estrés en una oportunidad y no en un problema, le habrás vencido.
Es más, el punto justo de estrés puede incluso potenciar tu productividad. Eso sí, como todo, el punto justo, el exceso puede sobrepasarnos e impedirnos manejar nuestra carga de trabajo tal y como deberíamos.
Es fácil decirlo, pero ¿cómo ponerlo en práctica? He aquí algunos consejos para sacar el mayor partido a las situaciones de estrés.
1. Desarrolla una mentalidad de crecimiento constante. Este es, sin duda, el consejo principal. Es decir, toma las críticas hacia tu trabajo como una oportunidad para crecer, desarrollarte y ser mejor en lo que haces. Aprende a no tomártelas como algo personal. De los errores y de las críticas constructivas es de donde más se aprende. Aprovéchalo.
2. Confía en ti. Cuando alguien que mantiene una actitud positiva o tiene confianza en sí mismo, responde mejor ante una situación de estrés. Si trabajas la confianza en ti mismo, cada vez serás más capaz de manejar la presión en estas situaciones. Este es un trabajo que lleva tiempo y esfuerzo, pero vale la pena.
3. Relaciones personales. Tener gente en la que confiar en los momentos de estrés es una gran ayuda para manejar estas situaciones. Las relaciones sociales, el contacto con la gente que aprecias y pasar rato con la gente que quieres es una excelente manera de rebajar tu nivel de estrés.
4. Haz ejercicio. El ejercicio es uno de los grandes aliados de la salud mental, la reducción del estrés y, en general, de la calidad de vida. Practicar deporte regularmente nos ayuda a responder mejor ante el estrés ya que estamos más fuertes, física y mentalmente,
5. Aprende a relajarte. Necesitas aprender cómo relajarte y estar en calma. Practica la meditación, mindfulness, yoga, haz respiraciones profundas…
6. Pasea. Pasear te ayudará a calmarte. Cuando empieces a sentir que el trabajo de sobrepasa, levántate y vete a dar un paseo para liberar un poco tu mente.
Y tú, ¿cómo manejas el estrés?