La gestión del rendimiento de los trabajadores favorece la eficacia de los equipos de trabajo y permiten fomentar el talento para así, formarse y mejorar cada día. Si el objetivo es estimular la productividad de los empleados, apostar por una estrategia basada en el aprendizaje es muy positiva.
Las acciones enfocadas al impulso de los equipos bajo estrategias de aprendizaje están relacionadas con la teoría de la psicóloga estadounidense Carol Dweck. La profesora de la Universidad Stanford fundamenta su tesis en que desarrollar una mentalidad de crecimiento es fundamental para alcanzar el éxito empresarial. La académica se desmarca de las teorías que afirman que las capacidades de los empleados, y por tanto su rendimiento, son estáticos, afirmando que siempre se puede mejorar y avanzar. Es decir, Dweck afirma que el esfuerzo y la motivación son más importantes a largo plazo que el talento natural.
Hay que fomentar que los trabajadores aprendan para que puedan desarrollar sus capacidades al máximo. Esta es una idea que está cada vez más extendida entre los departamentos de los recursos humanos de empresas, ya que motiva de forma muy eficaz a las personas.
De esa pareja de factores, el esfuerzo y motivación, obtenemos que
La estimulación del trabajador resulta capital para que la otra florezca.
Dentro del ámbito laboral, la motivación está muy relacionada con la cultura y el apoyo de la empresa hacia la persona, y si existen acciones para fomentarla, lo normal será que el equipo de trabajadores/as se esfuerce más día a día. En las situaciones en las que estos dos elementos están presentes, las personas aprenden a ser mejores y su motivación y rendimiento crecen.
Fomentar la motivación de los equipos
Para modernizar la cultura empresarial de una organización se necesita alejarse del enfoque tradicional, representada por valores más rígidos y unidireccionales. La nueva cultura se debe centrar tanto en los gerentes como en los empleados, siendo flexible, adaptativa y comprensible con las necesidades de toda la plantilla para alcanzar el objetivo de incrementar tanto la motivación como la productividad de todos los/as trabajadores/as.
¿Cómo implementarla en tu organización?
- La coordinación entre todas las secciones, equipos y departamentos de la plantilla es de vital importancia para que la estrategia se lleve a cabo de forma óptima. Las acciones a implantar deben de basarse en el aprendizaje continuo, potenciando la comunicación entre gerencia y trabajadores. Esto impulsa la motivación de los empleados, logrando que se esfuercen y formando equipos de éxito.
Uno de los pilares de la cultura empresarial es fomentar la comunicación bidireccional y constructiva. Desde la cúspide de la pirámide jerárquica de la empresa hacia las áreas de más abajo se deben ir filtrando los valores que se quieren propagar por toda la organización. Para que la cultura cuaje realmente dentro de la institución, resulta fundamental que los gerentes y las personas que ocupan un cargo de responsabilidad sean los primeros en adaptarse y aplicar las nuevas conductas.
Del mismo modo, para conseguir esa fluidez tan necesaria dentro de la comunicación interna de la empresa, es básica la implantación de modernos medios sociales que faciliten el acercamiento entre las personas como las herramientas de nuestros/as compañeras/os de Grass Roots con su WorkandRoll. Hay que ir de lo global a lo particular, promoviendo objetivos alcanzables y medibles, adaptándose a las necesidades de cada trabajador. Como decimos, la tecnología es la clave para promover la comunicación interna y conseguir una retroalimentación a largo plazo que favorezca la optimización de procesos.
El mando intermedio como clave del éxito
Formar equipos de éxito siempre es el objetivo de toda dirección empresarial. Si los diferentes equipos y departamentos consiguen trabajar de forma constante y productiva, la organización creará valor y crecerá en el tiempo.
Los directivos deben comprender que los Managers o mandos intermedios de la empresa son vitales para conseguir el éxito empresarial. Son la unión entre los trabajadores y los altos cargos y de ellos depende gran parte del triunfo empresarial, porque es su responsabilidad motivar y potenciar las habilidades de las personas a su cargo.
Siguiendo con la misma línea de la teoría de la profesora Dweck, es difícil encontrar a un gerente que posea unas cualidades de líder innatas, lo ideal es moldear y formar a una persona a lo largo de su trayectoria para que sea un buen gerente en el futuro. Para conseguirlo es necesario que los directivos y líderes de las empresas apoyen a los responsables de equipos y brinden la orientación correcta hacia los valores culturales que se quieren implantar: motivación y esfuerzo. Solo así los gerentes podrán transmitir lo mismo a sus empleados.
La dirección debe establecer objetivos de rendimiento coherentes con la empresa, la plantilla y el conjunto de la compañía. El aprendizaje continuo se debe de implantar con vistas a largo plazo y la planificación, medición y seguimiento de todo lo relacionado con esta estrategia cultural es básico y fundamental para alcanzar su éxito. Es la manera más fácil de potenciar la motivación del empleado e incrementar su productividad, algo que todo directivo quiere de sus trabajadores.
Reuniones de seguimiento, implantación de nuevos modelos de medición, introducción de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, renovación de la gestión del talento tradicional de los departamentos de recursos humanos, escuchar al empleado o tratar a todas las personas de la organización por igual son solo algunos ejemplos de cómo se debe impulsar esta estrategia cultural.