En este artículo vamos a hablar sobre los incentivos laborales, tanto salariales como los no salariales. Ya que éstos pueden estar relacionados con la felicidad de los empleados en el trabajo. Múltiples estudios han confirmado la gran relación vinculante entre la felicidad y la productividad en el entorno de trabajo.
Aproximadamente el 41% de los empleados están contentos la mayor parte del tiempo en el trabajo y este número disminuye a medida que pasan los años.
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Los números no solo se quedan ahí, también se ha estimado que la felicidad hace que las personas sean un 12% más productivas. La improductividad de los trabajadores repercute una pérdida de productividad promedio del 7,6%.
La gran conclusión que desprenden estas estadísticas es que un valor tan intangible como la felicidad de los trabajadores repercute de un modo directo en el rendimiento y productividad de una empresa.
Las soluciones para mejorar la felicidad del capital humano de una compañía pasa por tomar decisiones que den respuesta a las necesidades de los empleados: flexibilidad horaria, teletrabajo, beneficios sociales… son buenas soluciones.
Otra muy buena alternativa son los denominados incentivos laborales, que principalmente se dirigen a fortalecer la motivación pero lleva aparejada el aumento de la felicidad y reconocimiento por obtenerlos.
En el artículo de hoy, vamos a comentar todo lo que debes saber sobre los incentivos laborales ¡Vamos allá!
¿Qué son los incentivos laborales?
Seguramente no es la primera vez que tienes presente los conceptos de incentivos laborales. De un modo sencillo se pueden describir los incentivos laborales como objetos, artículos de valor, acciones o eventos deseados, que incita a un empleado a desarrollar una labor de un modo óptimo y con gran rendimiento.
Estos incentivos deben de ser proporcionados a la tarea o reto a conseguir y deben de responder a las necesidades o deseos de los empleados.
Las empresas usan incentivos laborales para promover un comportamiento o desempeño particular que creen que es necesario para el éxito de la empresa para un determinado momento.
De hecho, podemos enumeraruna serie de causas por las que las empresas recurren al uso de los incentivos laborales:
- Aumentar la productividad.
- Retener empleados.
- Atraer y reclutar talento.
- Recompensar a los trabajadores
- Agradecer a los empleados por alcanzar y superar las metas.
- Fomentar el trabajo en equipo.
Se trata de un recurso muy bien valorado por los empleados, pues la implantación de incentivos laborales repercute en la ya comentada felicidad y en el rendimiento y productividad de los procesos de negocio de una empresa.
Profundicemos más en esta fundamental herramienta para estimular la motivación y trabajo entre los empleados.
Tipos de incentivos laborales
No solo existen un tipo de incentivos laborales, de hecho es posible encontrar diferentes clasificaciones de incentivos.
Como parte de una estrategia competitiva de incentivos a los empleados, toda empresa debe considerar una combinación de métodos de compensación que incluyan salario, beneficios, incentivos y compensación no monetaria.
Extrapolando el concepto, vamos a utilizar un tipo de clasificación más general que facilitará la comprensión del concepto:
- Incentivos salariales.
- Incentivos no salariales.
Incentivos salariales
Los incentivos salariales son todos aquellos en los que el tema económico es el factor principal que moldea el incentivo en cuestión.
El salario es el método más popular de incentivo a los empleados debido a su naturaleza estable.
Entre los incentivos salariales más reconocidos se encuentran los siguientes: aumento de sueldo, comisiones, gratificaciones, bonos… todos ellos están diseñados para aportar una inyección económica al empleado.
Suelen ser incentivos muy bien valorados, pero es necesario utilizarlos con precaución. En muchas ocasiones y dependiendo del tipo de empleados, un incentivo económico no suele ser la apuesta más eficiente para llegar a sus necesidades y deseos.
Por ello, a la hora de elaborar un plan de incentivos es necesario estudiar la situación e historial de los empleados, en busca de los puntos en común que puedan perfilar el mejor incentivo posible.
Incentivos no salariales
Cuando nos referimos a los incentivos no salariales estamos hablando de aquellos que no tocan el tema monetario como recurso atractivo para el empleado.
La cuestión económica es importante, pero un empleado también tiene necesidades psicológicas, sociales y emocionales.
Para llegar a ello, los incentivos no salariales son la mejor solución. La satisfacción de estas necesidades también juega un papel importante en la motivación y rendimiento final de los empleados.
Los incentivos no salariales se centran principalmente en cubrir estas necesidades y, por lo tanto, no pueden medirse en términos económicos.
Algunos incentivos no salariales más comunes son los siguientes:
- Status. Vinculado a la posición en la jerarquía del organigrama: nivel de autoridad, responsabilidad, reconocimiento… factores que determinan el estado del empleado en una empresa.
- Promoción Laboral. Se refiere al diseño de puestos de trabajo de tal manera que impliquen un mayor nivel de conocimientos y habilidades, una variedad de contenidos laborales, más autonomía y responsabilidad de los empleados.
- Seguridad Laboral. La seguridad laboral proporciona estabilidad y una sensación de seguridad entre los empleados. Los empleados no están preocupados por el futuro y, por lo tanto, trabajan con más entusiasmo.
- Participación. Concepto relacionado con la involucración de los empleados en la toma de decisiones sobre temas que les conciernen, fortaleciendo el sentimiento de pertenencia.
Como se puede observar, los incentivos no salariales pueden ser mucho más importantes y vitales que una aportación económica.
Beneficios de los incentivos laborales
Un programa de incentivos para empleados está diseñado para recompensar y reconocer a los empleados por alcanzar metas alineadas con los objetivos de la empresa, lograr hitos o simplemente por hacer un gran trabajo.
Los empleados obtienen algo que desean y las empresas recogen unos beneficios que son un gran valor añadido:
- Motivación extra. Los incentivos son una excelente manera de mantener a los empleados motivados.
- Moral. Concepto muy parejo al anteriormente comentado, unos empleados con alta moral pueden dar más de sí y tener una política de esfuerzo mucho más importante.
- Mayor lealtad. Mantener la lealtad de los empleados puede ser un desafío. Los incentivos facilitan este hecho, es más probable que un empleado permanezca en una empresa en la que existe alguna relación que fomenta el trabajo duro pero que también lo reconoce.
- Productividad. A mayor “felicidad” mayor productividad y rendimiento en el puesto de trabajo.
- Reducción del absentismo. Está comprobado que una buena política de incentivos reduce drásticamente el absentismo laboral.
- Mejora el trabajo en equipo. Muchos incentivos pueden ser de tipo grupal, facilitando una mejor relación y colaboración en el trabajo.
En definitiva, la mejora de la motivación, la productividad, la moral de la empresa y la lealtad crean un excelente entorno de trabajo, capaz de ser una verdadera ventaja competitiva para la empresa.
Cómo crear un plan de incentivos laborales
La efectividad de los incentivos de una empresa está directamente relacionada con el óptimo diseño y desarrollo de un plan de incentivos profesional.
¿Qué cuestiones hay que tener en cuenta para tener éxito en su diseño? ¡Toma nota! Te enumeramos las claves de un buen plan de incentivos:
Definición de objetivos
Como existe una amplia gama de incentivos estos han de ser equilibrados al tipo de objetivos que desea la empresa.
¿Qué necesita la empresa? Aumentar ventas, reforzar compromiso, mejora de los procesos de negocio…
Dependiendo del objetivo o metas seleccionadas pueden establecerse incentivos de tipo mensual, trimestral o anual, una buena forma de organizar y planificar los incentivos.
Adecuación de incentivos a los diferentes perfiles profesionales
Ya hemos comentado antes, que dependiendo del tipo de trabajadores o ambiente laboral, unos incentivos pueden ser más eficaces que otros.
Conocer a los empleados es fundamental para tener una idea clara de aquello que es deseado y preciado por los empleados. Es posible realizar diferentes acciones muy útiles para poder asegurarse de esta información, por ejemplo, cuestionarios.
Fase de selección
Una vez tenido en cuenta los dos puntos anteriores, llega la difícil fase de selección. Con la información adecuada se debería tener una mayor facilidad para reconocer que incentivo son adecuados para cada caso.
Publicación del plan/Dudas
Tomada la decisión se le debe dar forma y visibilidad a los empleados. Una circular o nota informativa puede ser un buen modo.
En cualquier caso, debe haber una opción para resolver dudas y preguntas. Este hecho no solo es válido para acabar con las dudas, además se le da la oportunidad al empleado a dar su opinión y formar parte de la decisión.
Ejemplos de incentivos laborales
No hay nada mejor que un ejemplo, para entender cómo funcionan los incentivos laborales. Busca inspiración en los siguientes incentivos de grandes empresas.
Salariales
Facebook. Un gran ejemplo muy generoso de incentivos salariales. Para aquellos empleados que han sido padres pueden disfrutar de una de estas opciones: 4000$ para gastos del niño/a, reembolso de la guardería o 4 meses de vacaciones remuneradas.
No salariales
Motorola. El teletrabajo es el incentivo más valorado. Se estima que un 36% de la plantilla disfruta de este beneficio, tan valorado en estos días.
Netflix. Aboga por la flexibilidad laboral. Permite a sus trabajadores distribuir su jornada como mejor deseen, mientras el rendimiento sea el mismo no importa una rigidez horaria.
No hay duda que los incentivos laborales, son un recurso necesario y útil que hace que el ambiente laboral y el rendimiento final de los trabajadores sea mucho mejor ¿qué tipo de incentivos te agradan más: salariales o no salariales?