Al menos en lo que al ámbito laboral se refiere. Y, desgraciadamente, la pasión por el trabajo no es algo que abunde en nuestros días. Un estudio de Deloitte reveló ya en 2014 que el 88% de los trabajadores no siente pasión por lo que hacen. Y, peor aún, el 80% de los directivos tampoco.
¿Cómo esperar que los empleados pongan todo su esfuerzo y pasión en su trabajo cuando los propios líderes no lo hacen?
Decía Steve Jobs que la única manera de hacer una gran trabajo es amar lo que haces. Hoy te vamos a explicar por qué la pasión es más importante que el compromiso.
La pasión es un sentimiento más a largo plazo que el compromiso. El compromiso de los empleados normalmente se deriva de la felicidad que sienten en su trabajo. La felicidad con lo que hacen, con su entorno laboral, con sus compañeros y con su jefe. La pasión es algo mucho más profundo. Cuando un empleado ama lo que hace y siente pasión por su profesión, siempre intenta ser mejor y busca maneras y superarse a sí mismo, de mejorar su puesto y la empresa en general. Está mucho más centrado en el crecimiento y el desarrollo.
Los empleados apasionados no hacen únicamente lo que se espera de ellos sino que van un paso (o varios) más allá. Sienten pasión por su trabajo y por su empresa y hacen todo lo posible por llevarla al siguiente nivel.
Para cualquier empresa sería un sueño poder contar con un equipo apasionado. Pero, ¿por qué hay tan pocos trabajadores apasionados por lo que hacen? Muchas compañías no están creando el ambiente laboral propicio para que los trabajadores apasionados puedan desarrollarse, entorpeciendo su crecimiento y su creatividad, muchas veces sin darse cuenta. Así, muchas compañías están perdiendo grandes oportunidades por ser demasiado reacias a tomar algunos riesgos.
¿Cómo puedes mantener y desarrollar la pasión de tus empleados?
Fomenta una mentalidad de crecimiento. Para ello, aleja los miedos que los empleados puedan tener al fracaso y haz que todo el mundo en tu empresa se sienta cómodo proponiendo cosas, probando ideas nuevas sin miedo a fallar.
Autonomía. Si tus trabajadores no cuentan con autonomía y tienen una persona controlando constantemente lo que hacen, es fácil que pierdan la pasión.
Formación. Insta a tu equipo a que esté en constante formación y facilítale las herramientas para que lo hagan. Establece un presupuesto destinado a formación, cursos on-line, conferencias, etc.
Velar por que tus empleados no pierdan su pasión te ayudará a llevar su desempeño a un nivel superior, beneficiando directamente los beneficios de tu empresa.