En la situación que nos ha tocado vivir, cobra aún más relevancia mantener un equilibrio entre mente y cuerpo. El teletrabajo, la lectura, la música y cultivar distintas aficiones te ayuda a mantener el cerebro activo, además de las emociones equilibradas. Pero ¿qué pasa con el cuerpo?
Las primeras consecuencias del confinamiento
El confinamiento derivado del estado de alarma supone una ruptura de nuestras rutinas. A la evidente preocupación se le suma cambiar la oficina por el teletrabajo, gestionar los deberes de los hijos, las tareas domésticas, el cambio de alimentación, los avatares de la estrecha convivencia y el hecho de que nos movemos menos.
Nuestro cuerpo está acostumbrado a seguir un ritmo y cambiarlo tan de repente puede pasarnos factura. Es probable que hayas notado las extremidades algo entumecidas y agarrotadas o un creciente dolor de espalda al no disponer en casa de una silla ergonómica.
Por eso es importante que, conforme a las posibilidades y las circunstancias de cada uno, procures adaptar tus antiguas rutinas a la nueva situación, incluso incorporar nuevos hábitos saludables a tu vida.
Propuestas para mantenerte activo
Si eres deportista, es probable que no puedas entrenar en tu lugar de siempre pero seguramente puedas realizar ciertos ejercicios para mantener en forma tus habilidades.
Para aquellos asiduos al gimnasio, muchos centros cuentan con apps que permite a los usuarios seguir su entrenamiento en estos días. Otros han aprovechado las distintas plataformas para publicar rutinas de ejercicios o clases completas.
Por su parte, muchos prefieren seguir los directos de profesionales de variadas disciplinas en Instagram , Facebook o Youtube. Seguir las pautas del monitor resulta más fácil y motivador que hacerlo solo. Consultar a otros compañeros o buscar el hastag #yoentrenoencasa son algunas de las opciones a tu alcance.
¿Lo tuyo es es el running? Probablemente habrás seguido consejos como los de Martín Fiz para mantenerte en forma incluso desde el salón de tu casa. El famoso atleta ha realizado unos videos que se han vuelto virales en los que da pautas para seguir entrenado aun contando con poco espacio.
Para todos aquellos que no disponen de material deportivo como mancuernas o pesos es hora de echar mano de la creatividad. Tan sencillo comon recurrir a objetos cotidianos y dispares como tarros de legumbres, briks de leche o sillas. En la mayoría de los casos, necesitas poco más de lo que ocupa una esterilla para hacerlo.
Los estiramientos, tus grandes aliados
Tanto si los realizas al levantarte, como si los practicas al terminar tu sesión de entrenamiento, el cuerpo agradecerá que prestes especial atención a los músculos. Este hábito es una excelente manera de prevenir lesiones y molestias.
Estirar nada más levantarnos de la cama es una estupenda manera de poner los músculos a punto para empezar el día. Del mismo modo ayudamos a que nuestra flexibilidad aumente y le damos más movilidad a nuestro cuerpo. Además, requiere poco tiempo y no precisa de equipamiento deportivo.
Tómate los estiramientos como cualquier otra actividad física ya que requieren la misma concentración para hacerlos bien. Aquí tienes algunas indicaciones a tener en cuenta para aprovechar todas sus ventajas:
- Si tienes alguna lesión o alguna molestia muscular previa es mejor que lo consultes con tu médico antes de realizar cualquier ejercicio.
- Dale tiempo a tu cuerpo antes de realizar la rutina de estiramientos.
- Mantén cada estiramiento durante 15 o 30 segundos para que sea efectivo.
- Evita los estiramientos bruscos.
Es bastante común sentir el cuello agarrotado después de dormir o al adoptar una mala postura trabajando. Por eso, conviene estirarlo bien para evitar tortícolis o dolores posteriores.
La espalda es una de las partes del cuerpo más delicadas. Por ello, si no la estiramos como es debido, será más sencillo que nos salgan contracturas o que se nos sobrecargue. Es necesario liberar toda la tensión que se acumula en ella, especialmente en estos días de teletrabajo.
Las extremidades inferiores son otra de las partes del cuerpo que más sufren el sedentarismo son las piernas. Por eso, son las que más agradecerán estos estiramientos. No es necesario que realices todos los ejercicios que conozcas, realmente puedes escoger tres de los que más te gusten para trabajar cada extremidad. Recuerda no forzar demasiado la postura y aguantarla entre 15 y 30 segundos, tal como indicábamos más arriba.
Por su parte, las extremidades superiores están en continuo movimiento debido a las actividades diarias que realizamos. Los movimientos repetitivos que realizamos mientras escribimos en el ordenador contribuyen a concentrar el esfuerzo en zonas concretas que es preciso estirar al terminar la tarea.
Descubre las técnicas de relajación
Las técnicas de relajación son una gran herramienta para ayudarnos a controlar el estrés que pudiera derivarse del confinamiento. Qué mejor momento que este para descubrir algunas de ellas como la meditación, la relajación muscular progresiva, el taichí y el yoga.
Estas técnicas son un método especialmente recomendado por psicólogos y expertos en salud ya que pueden ayudarte a regular la frecuencia cardíaca y despejar la mente. De esta manera incrementarás la concentración, la productividad y el rendimiento.
La meditación
Probablemente estemos ante uno de los ejercicios antiestrés más normalizados entre la sociedad. La persona que medita de forma regular entrena aspectos que mejoran la salud y ayudan a alcanzar un deseado estado de tranquilidad.
Realizar ejercicios de meditación ampliará tu capacidad cardiovascular y te ayudará a controlar las emociones, sobre todo las negativas, para focalizar tu mente hacia lo positivo.
Por otro lado, según indican los expertos, las actividades creativas son una de las mejores recomendaciones para paliar un alto nivel de estrés. Mantener la mente ocupada en tareas como pintar, tejer, cantar, cocinar, hacer manualidades o tocar algún instrumento son un gran remedio para compensar estas situaciones.
En resumen, seguir practicando ejercicio físico durante el confinamiento no sólo mantiene sano nuestro cuerpo y despierta y serena nuestra mente, sino que además ayuda a conciliar el sueño, ya que el insomnio puede ser una de las consecuencias del cambio de rutinas.