Ya está aquí lo que los expertos en recursos humanos han denominado “la gran renuncia”. Ríos de tinta están corriendo en las últimas semanas con la temática de que la retención de los empleados de calidad es más difícil que nunca. Derivado de una tendencia de las renuncias en puestos de trabajo en Estados Unidos desde primeros de año, esta situación laboral parece nueva, pero ¿lo es realmente?
No es sorprendente que muchas personas con emplea elijan ahora, en este preciso momento del año, encontrar nuevos trabajos, renunciar al actual o buscar una mejora de salario. Tras los meses más duros de la pandemia y con los empleos en grave situación de crisis, este es un periodo más seguro que hace un año.
En marzo de 2020, las empresas de muchos sectores, sobre todo hosteleros se vieron obligados a congelar su actividad. Gracias ERTES y otras medidas se pudo solventar la situación, quien pudo, porque otras muchas empresas no tuvieron más opción que el cierre.
Durante ese compás, el nivel de incertidumbre era abrumador, por lo que el cambio de trabajo se veía como un salto sin paracaídas. Seguramente hubo muchos casos de personas que pese a que su intención era dejar el trabajo en el que estaban, la situación de temor a lo que podía venir freno su salida.
Mantenerse mucho tiempo en esa situación de verse fuera de un puesto de trabajo acaba agotando a cualquiera. Reduce el sentimiento de pertenencia a niveles mínimos y el rendimiento no es ni por asomo el adecuado, salvo contadas excepciones. Agotamiento e insatisfacción son dos elementos que surgen de manera clara en esas situaciones.
Ese personal, cansado y descontento, ha tenido que lidiar con el trabajo remoto, las horas extraordinarias no remuneradas, con trabajos que no eran los que inicialmente le habían convencido.
El futuro pasa por un acompañamiento
Las empresas se tienen que dar cuenta de que el modelo que tienen de gestión del talento está obsoleto. Si hay un auge de personas que renuncian a su puesto de trabajo es por un motivo claro: la insatisfacción con lo que les ofrece la empresa.
Aquellos líderes que sepan aprovechar esta tendencia tendrán en su mano la posibilidad de contratar a grandes talentos de manera más fácil que hace años, pues hoy más que nunca las personas están dispuestas a cambiar de trabajo.
Si una empresa brinda las demandas necesarias al trabajador del 2021, sobre todo al talento joven, tendrá mucho terreno ganado. No es un sueldo mejor, unos beneficios sociales más altos o un programa de formación lo que se busca hoy en día. En la actualidad, lo que más demanda un trabajador es la flexibilidad y la compatibilidad con su vida personal.
Pese a que hubo un boom del trabajo en remoto, poco a poco estamos viendo como las empresas tienden hacia la presencialidad tradicional. No es de extrañar puesto que toda la vida ha sido así. Es el modelo estándar y al que están adaptadas la mayoría de las empresas. Quien pueda ofrecer a los trabajadores la posibilidad de un puesto híbrido, como hemos dicho antes, tendrá mucho ganado en este nuevo panorama laboral.
La tendencia es nueva, ¿o ya existió?
Parece que no hay tanta diferencia entre generaciones en cuanto a cambio de trabajo. Tanto los millennials como la Generación Z están cambiando de trabajo a un ritmo similar al de los baby boomers y la Generación X a sus mismas edades.
Sí que es cierto que desde el inicio de siglo XXI el cambio de trabajo ha disminuido en comparación con las últimas décadas del pasado siglo, lo que vemos en la actualidad quizá no sea una excepción, sino más bien un ajuste del mercado hacia lo que era más normal. Los 80 y 90 fueron años de expansión y crecimiento económico y social y la crisis financiera de finales de los 2000 hizo que el mercado laboral se estancara.
Si nos adentramos en las motivaciones de cada generación para dejar su trabajo en sus determinadas épocas. Las razones por las que los jóvenes dejan sus trabajos ahora son diferentes a las razones por las que las personas de la generación baby boomers y la Generación X renunciaron a los 20 y 30 años. En sus épocas buscaban más salario y una carrera profesional en la que poder ascender dentro de la empresa. Hoy en día las cosas han cambiado y lo más demandado es, como decimos, el equilibrio entre el trabajo y la vida privada.
Sin duda el trabajo en remoto provocado por la pandemia ha cambiado la forma en que las personas pueden trabajar y, sobre todo, cómo quieren trabajar. Y esto parece estar impulsando la tendencia a las renuncias de puestos de trabajo en la actualidad.
