Si hay algo típico del otoño, eso son las castañas. ¿Quién no ha pasado más de un domingo otoñal en su infancia recogiendo castañas en familia? La castaña es el fruto otoñal por excelencia y, además de sabrosa, cuenta con numerosos beneficios para nuestra salud.
A destacar, las castañas son una gran fuente de minerales como el magnesio, el potasio (recomendable para prevenir y controlar la hipertensión), el hierro y el fósforo. Además, tienen un alto contenido en proteínas, fibra y, fundamentalmente, hidratos de carbono, convirtiéndose así en un alimento recomendado para deportistas y niños.
Tampoco podemos olvidarnos de su aporte de vitaminas del grupo B, fundamentales para combatir la fatiga física y mental, mejorando nuestra función cerebral. En el capítulo de las vitaminas, también es remarcable su contenido en vitamina C, gran antioxidante que ayuda a nuestro organismo a liberarse de los radicales libres y limpiar toxinas.
Su alto poder antioxidante reduce el riesgo de padecer cáncer y enfermedades del corazón, ayudándonos también a frenar el envejecimiento.
¿No conocías muchos de estos beneficios verdad? Pues aquí no termina la cosa porque también cuidan la salud de nuestros huesos y nuestros dientes gracias a su aporte de calcio.
¿Eres celíaco? Podrás disfrutar del sabor y los beneficios de las castañas sin preocuparte ya que no contienen gluten.
¿Cómo puedes incluirlas en tu dieta? La forma menos recomendable es consumirlas crudas ya que pueden ocasionar molestias e irritación intestinal. Como ya sabes, acostumbramos a consumir las castañas asadas en las frías tardes de otoño e invierno. En Francia es habitual su consumo confitada o glaseada, el famoso “Marron glacé”. Sin embargo, si quieres incluirlas en tu dieta en alguno de los platos principales, también puedes saborear una rica sopa/crema de castañas o incluso introducirlas en estofados, potajes o arroces.
Llevar una alimentación sana puede reportarnos muchos beneficios a la hora de desempeñar nuestras tareas diarias y rendir más en el trabajo. Las castañas son, sin duda, una gran fuente de energía que nos ayudará a estar más activos y preparados para el día a día.
