Acabamos de pasar la primera de las grandes fiestas del período navideño. Esta semana que empezamos es un poco “especial”, seguramente gran parte de tu equipo esté de vacaciones y, los que no, probablemente estén más centrados en cómo despedir el año que en sus tareas. Tampoco es fácil contactar con los clientes, que están disfrutando de sus vacaciones, y muchos de tus proveedores habrán cerrado o estarán trabajando con los recursos mínimos. Aunque, a priori, podamos pensar que estas fiestas son un auténtico descalabro para la productividad, puedes aprovechar estas fechas al máximo para estimular y motivar a tu equipo. ¿Cómo?
1. Propósitos de Año Nuevo. Es el momento ideal para mirar hacia el año que está a punto de comenzar. Aprovecha esta semana, con menos carga de trabajo y más distendida, para compartir con tu equipo los nuevos proyectos para el próximo año. Una atmósfera relajada propicia la creatividad y hacer a los trabajadores partícipes de tus ideas les motivará para empezar el año con las pilas cargadas. Además de mirar hacia adelante, tampoco es mala idea echar la vista atrás y revisar las experiencias vividas para aprender de ellas y corregir errores.
2. Estrecha las relaciones con los clientes. Aprovecha el optimismo y la felicidad que mucha gente derrocha en esta época para estrechar los lazos con tus colaboradores y clientes. Seguro que están menos ocupados y más accesibles. Es un buen momento para llamarlos y tener una charla más relajada que fortalezca vuestras relaciones.
3. Escucha a tu equipo. El final de año es un momento propicio para reflexionar sobre el futuro y seguramente tus trabajadores también los estén haciendo. ¿Cuáles son sus ambiciones? ¿Qué esperan de su futuro profesional? Puedes aprovechar esta semana para hablar con ellos, saber qué les preocupa y encontrar la mejor manera de motivarlos.
4. Concéntrate en los asuntos para los que normalmente no tienes tiempo. Reconozcámoslo, hay asuntos que nuestra agenda que solemos procrastinar o asuntos para los que no tenemos tiempo en los períodos de plena actividad porque son menos urgentes. Esta semana es ideal para centrarte en este tipo de tareas.
Es cierto que durante esta semana el ritmo de trabajo es más lento y los equipos no están al 100% pero puedes aprovechar precisamente esta circunstancia para motivar a los empleados, escucharlos y pensar en los nuevos proyectos que están por venir. A veces desacelerar también es necesario para la productividad.