La comunicación es una aptitud muy valorada en la vida diaria, en las diferentes relaciones que establecemos en nuestro día a día y no podía ser de otra manera en el ámbito laboral al menos es una de las conclusiones que arroja un estudio realizado sobre las competencias más valoradas por las empresas de España. Han participado 57 organizaciones de sectores diversos y 9 de cada 10 afirman que para ellas la comunicación es de lo más importante que debe tener un trabajador, ya sea de plantilla o un mando directivo.
Cada vez son más frecuentes las evaluaciones periódicas para comprobar las competencias de los trabajadores sea cual sea su nivel. Se valora que la comunicación sea ordenada y precisa. Esto se traduce en presentaciones comprensivas y tener cierta habilidad para poder identificar el momento y la forma adecuada de exponer una situación y por supuesto, ser eficiente en la gestión de reuniones.
Pero no solo esta es la competencia que se valora. Otras conclusiones que se pueden extraer de este estudio son que el 82% de las empresas colocan en segunda posición en orden de importancia la autonomía seguido del trabajo en equipo. Pero, ¿qué quiere decir ser autónomo en el trabajo? Se trata de asumir nuevas responsabilidad, aportar ideas, soluciones, alternativas, distintos enfoques y algo sumamente importante, tomar decisiones en momentos de crisis.
Trabajar en equipo es esencial a la hora de enfrentarse a cualquier trabajo. No todo el mundo es capaz de compartir su información y carga de trabajo así como una actitud de predisposición para colaborar con sus compañeros. Tener empleados motivados logra que estas situaciones se den con más naturalidad y funcionen. Se consiguen los objetivos fijados.
Una vez recopilados los datos del estudio se puede afirmar que en los últimos años se han evolucionado hacia puestos de trabajo basados en competencias. Éstas deben valorarse y premiar, así como intentar fomentarlas en el trabajo. Hacer sentir al empleado uno más en el organigrama de la compañía. No dejar que tenga más peso lo negativo que lo que se hace bien.
En este aspecto los mandos directivos tienen una gran responsabilidad. Ser un buen jefe no depende solo de si desempeña bien o mal el trabajo. Parte importante es controlar el buen funcionamiento y la armonía del equipo que se dirige.
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Fuente: www.equiposytalento.com