La alimentación, la buena alimentación, es uno de los pilares en casi todos los aspectos de la vida y la productividad laboral es uno de ellos. Nuestro rendimiento, tanto físico como intelectual, está estrechamente vinculado al modo en el que nos alimentamos.
Hay alimentos imprescindibles como las frutas y verduras o los frutos secos. Tampoco debemos descuidar nuestra ingesta de carnes y pescados e incluso una pequeña dosis de chocolate, entre 25 y 30 gramos diarios, que puede ayudarnos a mejorar nuestra concentración.
La clave está en combinar estos alimentos en nuestra dieta semanal ya que un menú monótono y basado en el mismo tipo de alimentos puede disminuir nuestros reflejos y nuestra concentración.
Pero no solo el fondo es importante en esta cuestión sino también la forma. Hacer una pausa para comer es fundamental para gozar de buena salud y rendir más. Comer delante del ordenador es una pésima práctica que hay que evitar.
Planificar los menús semanales nos ayudará a llevar una dieta más sana y equilibrada, mejorando nuestra vitalidad y energía, lo que tendrá un impacto directo en la calidad de nuestro trabajo.
Pero ¿cuáles son los alimentos clave para rendir más en el trabajo? Hay 7 grupos de alimentos que no pueden faltar en nuestra dieta semanal y que debemos combinar para que ésta sea variada y sin carencias.
Los cereales ayudan a aumentar la productividad, una barrita de cereales puede ser un buen tentempié para media mañana.
Los frutos secos aportan ácidos omega 3, omega 6 que nos ayudan a mantener la mente ágil. Otra buena alternativa para el almuerzo o la merienda.
Las frutas nos aportan energía y vitalidad mientras las verduras nos dan muchas de las vitaminas que necesitamos.
En cuanto a los pescados, el salmón o el atún son los mejores aliados para conseguir nutrientes ¿Las carnes? Mejor a la parrilla, al horno o a la plancha y evitando las salsas.
Combinar estos grupos de alimentos y respetar las pausas para comer son dos puntos clave para conseguir un buen rendimiento en el trabajo.