Como empresario, debes saber que el control fiscal puede ser una estrategia de crecimiento para tu compañía. ¿De qué manera? Principalmente, explorando las subvenciones, descuentos y exenciones a las que puedes acceder según tu situación. Para que te sea posible, en este post vamos a explicarte qué es el IRPF y en qué ocasiones no se aplica.
¿Qué es el IRPF?
El impuesto sobre la renta de las personas físicas es uno de los tributos que debe abonar un trabajador. El objetivo es gravar las actividades de producción económica o los rendimientos del capital. Lo mismo sucede, aunque no es el caso que nos ocupa, con los beneficios obtenidos por ahorros o por el patrimonio acumulado.
Todas las personas que residan en España y desarrollen una actividad profesional deben abonarlo. Se considera como tales, a efectos fiscales, a los españoles y extranjeros que vivan el territorio nacional durante la mayor parte del año. Por tanto, la plantilla de tu compañía está obligada a hacerse cargo de este tributo.
Una vez al año se produce la campaña de la declaración de la renta. Quienes estén obligados a presentarla (ya sea por número de pagadores o por ingresos anuales), deben hacerlo dentro de un plazo que suele terminar en mayo. Su propósito es servir como balance, es decir, saber en qué grado la persona ha cumplido con sus obligaciones tributarias:
- Si ha pagado un IRPF mayor del que le corresponde, le saldrá a devolver.
- Si ha pagado un IRPF menor al que tiene derecho, le saldrá a pagar.
¿Existe la posibilidad de conseguir una exención fiscal en el IRPF?
Durante los últimos años, los planes de beneficios sociales han alcanzado cotas máximas de popularidad. De hecho, un estudio del sector privado demostró que más de la mitad de empleados los prefieren antes que una subida de sueldo. ¿Cuál es el motivo? Hay tres claves que nos permiten explicarte este fenómeno tan notorio:
- Pueden acceder a servicios que les resultan útiles para su vida diaria.
- Los contratan a un precio más reducido que si lo hicieran por su cuenta.
- Tienen la opción, en muchos casos, de compartir los servicios con su familia.
Estamos hablando, como es lógico, de la retribución flexible con una exención fiscal. Puedes ofrecer distintos planes a tus empleados que faciliten su vida individual o familiar. De este modo, tienen la oportunidad de contratarlos y disfrutar de una exención en el IRPF. Esta modalidad está reconocida por la ley y enmarcada en el sistema tributario español.
Precisamente, el resultado de su adquisición es una disminución en el tipo impositivo. En la declaración de la renta, se debe incluir siempre como pagos en especie. Sin embargo, hay ciertos límites para la obtención de estos planes. En este sentido, desde la Agencia Tributaria explican que no puede destinarse más del 30 % del salario del empleado.
Los planes de beneficios sociales, una oportunidad
¿Qué dice la legislación sobre el paquete retributivo? La Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es clara en este sentido: «Constituyen rentas en especie la utilización, consumo u obtención, para fines particulares, de bienes, derechos o servicios de forma gratuita o por precio inferior al normal de mercado».
De lo anterior podemos deducir que hay dos modalidades de obtención de servicios por parte del empleado:
- Contratarlos por iniciativa propia, pero con mediación de la empresa, a un precio más bajo.
- Ser beneficiario de un paquete contratado por la compañía y no pagar por su disfrute.
Con independencia del caso, la naturaleza de este programa no cambia. La compañía abona el servicio con la nómina del trabajador, que se ve beneficiado por tener que aportar menos dinero para su adquisición. Esta es la razón por la que antes te comentábamos que, frecuentemente, se prefiere antes que una subida de sueldo.
La experiencia demuestra que hay numerosas ventajas de las que tu negocio se puede aprovechar. ¿Te imaginas cuáles son? La motivación del empleado es una, pero hay otras muy relevantes:
- Disminuye la tasa de rotación del personal y se potencia la retención del talento.
- Se considera una inversión en RCS (responsabilidad social corporativa) y bienestar del empleado.
- Estos planes ayudan a la familia de los trabajadores a acceder a servicios útiles.
¿Qué tipos de paquete retributivo existen?
Uno de los aspectos más interesantes de este tipo de retribución es su amplia variedad. Los empleados de una empresa pueden escoger el que más se adapte a sus necesidades dentro de la gama que el negocio les ofrezca. Por lo tanto, puedes adaptar el programa a tu plantilla y poner a su disposición numerosos servicios:
- Cheques restaurante: Pueden pagar menos en espacios de restauración (hasta 11 € al día de descuento).
- Bono de guardería: El negocio, a través de la nómina, abona las cuotas de la guardería (descuento de hasta el 100 %).
- Tarjeta de transporte: Quedan exentos hasta 136,36 € al mes (el máximo es de 1500 € al año).
- Seguro de salud: Puede deducirse un máximo de 500 €, con la posibilidad de incluir al cónyuge y a los hijos.
- Formación: Con una exención fiscal de hasta el 100 %, la condición es que esté relacionada con el puesto de trabajo.
- Plan de pensiones: La compañía, por medio la nómina, puede aportar a la jubilación privada.
- Participaciones en la empresa: Pueden concederse acciones que no superen la exención de 12 000 € anuales.
Estos son, hasta ahora, los planes que la legislación reconoce. Como puedes ver, el descuento en el IRPF es diferente según cada caso. Hay opciones que disponen de una rebaja completa, mientras que otras poseen límites. Incluso hay algunas que están cambiando, como los cheques de restaurante, que se están sustituyendo por tarjetas.
Ahora ya sabes qué es el IRPF y cómo puedes proporcionar servicios que estén exentos de este impuesto a tus empleados. La clave está en escoger un paquete retributivo adecuado, darles a elegir a tus trabajadores e impulsar su disfrute en tu negocio. ¡Gestiona los beneficios sociales con nosotros!
