En 2016, un estudio realizado por el especialista en reclutamiento Robert Half demostró que, entre 200 responsables de Recursos Humanos, el 52% consideraba las soft skills tan importantes (o más) que las hard skills.
Pero antes de nada, ¿qué son las soft skills y las hard skills? Bien, las hard skills son aquellas competencias que un individuo adquiere a través de su formación y su experiencia profesional, pudiendo ser demostradas a través de certificados, títulos, etc. Las soft skills hacen referencia a sus rasgos de personalidad como la empatía, el liderazgo, la creatividad, la capacidad de adaptación…
Todo apunta a que las soft skills son la clave del reclutamiento del futuro. Las compañías anglosajonas ya están basando sus procesos de selección y reclutamiento en este tipo de competencias basadas más en los rasgos de la personalidad del candidato. ¿Por qué no comenzar a incluirlas en tus criterios de reclutamiento?
¿Por qué son tan importantes las soft skills?
Actualmente, las competencias técnicas y las tecnologías cambian rápidamente, lo que se estudia en las universidades y escuelas queda desfasado rápidamente. Así, los trabajadores deben formarse constantemente de todas maneras si quieren estar al día y no quedarse obsoletos en su profesión. Al mismo tiempo, las empresas deben ser ágiles e integrar la capacidad de transformación y adaptación al cambio en su ADN. Por eso necesitan trabajadores que sean capaces de transformarse con ellas, por eso algunas soft skills comienzan a ser indispensables: agilidad, capacidad de adaptación, creatividad, iniciativa, flexibilidad…
¿Cómo integrar las soft skills en el proceso de reclutamiento? Es necesario llevar a cabo una estrategia:
1. Identificar las soft skills deseables y útiles para cada puesto porque no todos los trabajos demandan las mismas capacidades.
2. En el anuncio para la vacante, incluir las soft skills necesarias para el puesto.
3. Tomar medidas para poder evaluar estas capacidades. Este punto es crucial. No es suficiente con que un candidato diga que es proactivo, por ejemplo, solo porque él lo diga. Existen diferentes soluciones para poder medir este tipo de competencias como un test de personalidad o pruebas para medir la inteligencia emocional. Asimismo, sesiones de evaluación en las que se simula una situación real para medir la su gestión del estrés o su creatividad, por ejemplo.
¿Comenzarás a incluir las soft skills como parte importante de tu estrategia de reclutamiento?
