Quien no ha sentido alguna vez que el día se le hace cuesta arriba debido al jefe.
Según el psicólogo Robert Hogan, de la Universidad de Tulsa, siete de cada diez directores o gerentes son incompetentes, irritables, dominantes, explotadores o indignos de confianza, tienen pocas habilidades de toma de decisiones y se niegan a delegar su autoridad.
Entre los rasgos más comunes que caracterizan a un jefe incompetente, se encuentra la incapacidad de comunicarse, ya que no logra que su equipo lo escuche y entienda, y tampoco es capaz de escuchar a quienes lo rodean. Además,se involucra escasamente, impidiéndole conocer realmente el trabajo que realiza su gente, careciendo de información y, por lo tanto, los somete a presión.
La inconformidad no termina ahí. Según expertos, una mala relación con el superior es la razón número uno para renunciar, superando a otras causas como el aumento de tareas laborales.
Un buen líder posee una visión a largo plazo, es coherente en sus convicciones porque vive aquello que predica, crece y hace crecer a su gente, enseña, delega funciones y crea oportunidades para todos. Las habilidades de un líder también se observan en la capacidad de autocontrol y la toma de decisiones eficientes en momentos de crisis.
Un jefe que no posee las habilidades necesarias de un líder, se verá reflejado en el clima laboral negativo, en el escaso compromiso de los colaboradores, quejas, ausentismo y finalmente, una alta rotación.
¿Cómo reconocer a los malos jefes? A continuación, te damos a conocer algunas de las características más comunes:
- Carecen de las competencias para guiar, motivar y dirigir de manera correcta a sus colaboradores.
- Delegan en exceso. Delegar demasiado sin involucrarse en las responsabilidades, puede llegar a afectar en los problemas cotidianos que se ven enfrentados sus colaboradores.
- Someten a su equipo a demasiada presión. Esto conduce a una desmotivación, sobre todo si no va acompañado de una retribución.
- Para rematar, después de todo el trabajo de su equipo, se atribuyen los méritos.
- Carecen de habilidades comunicacionales. Interactúan poco o casi nada con su equipo, no se preocupan de la calidad de vida laboral de los miembros, menos de su vida personal.
- Son negativos. Contagian el estrés y provocan un ambiente laboral tenso y dañino.
Para poder lidiar con este tipo de jefes, evita los prejuicios y las críticas hacia tu jefe, ocúpate de tu trabajo y no dejes que tu superior afecte tus intereses.
Fuente: equiposytalento.com
Foto: eleconomista.es