Técnicas para mejorar tu rendimiento en el trabajo

Un millón de cosas que hacer, largas jornadas de trabajo y poco tiempo de descanso. Esta ecuación solo puede dar lugar a una enorme fatiga y la sensación de no sacar trabajo adelante, aderezadas con una gran cantidad de estrés.

Si esta es tu situación, no dejes de leer porque hoy te vamos a dar las claves para mejorar tu rendimiento en el trabajo, a la vez que mejora tu calidad de vida.

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1. Clasifica las tareas. Es vital saber clasificar las tareas por importancia y urgencia. Si tienes una larga lista de tareas que hacer y no sabes clasificarlas según estos criterios, puede que estés llevando a cabo tareas poco importantes dejando de lado aquellas que, sí o sí, deberían estar hechas ya. ¿El resultado? Tareas importantes y urgentes acumuladas que tendrás que sacar adelante, no con poco estrés. Recuerda el orden:

– Primero, lo importante y lo urgente

– Después, lo poco importante pero urgente

– A continuación, lo importante pero no urgente

– Por último, lo que es poco importante y poco urgente

2. Ordena tu espacio de trabajo. Una mesa ordenada es el punto de partida para una jornada laboral productiva. Tener todo organizado te ayudará a encontrar lo que necesitas mucho antes. Pero ojo, el orden no solo pasa por tu espacio físico. Es importante que tengas bien clasificados los archivos dentro de tu ordenador para que las búsquedas sean más ágiles.

3. Haz pausas. Trabajar mucho está bien, pero si no haces pausas, no va a valer de nada. Las pausas son imprescindibles si quieres que tu jornada laboral sea productiva. ¿Por qué? Porque una pausa de varios minutos permite que tu cerebro desconecte, recargue pilas y se sienta mejor. Para y aprovecha para estirarte, hidratarte, comer un tentempié que te ayude a continuar. ¡Ah! Y por supuesto, nunca comas delante de tu ordenador. Respeta la pausa de la comida, busca un restaurante y sal a comer para poder darte un paseo y cambiar de aires.

4. Cuida tus horas de sueño. Tener una jornada productiva y mejorar el rendimiento en tu trabajo no pasa solo por tomar medidas en la oficina, también fuera de ella. Tener una buena calidad del sueño y descansar bien es vital para que tu cuerpo y tu cerebro estén preparados para afrontar una nueva jornada. Y cuando te levantes, no olvides tomar un desayuno equilibrado que te permita empezar el día con la energía que necesitas.

Como ves, son consejos muy sencillos que podrás llevar a cabo fácilmente. Aplícalos a tu día a día y verás cómo mejora tu rendimiento laboral.