Largas listas de tareas a realizar, jornadas de trabajo eternas, poco tiempo para el descanso… ¿El resultado? Cansancio, una agobiante sensación de que el trabajo no avanza y, consecuentemente, estrés. Mucho estrés.
Sin embargo, existen personas que, frente a la misma carga de trabajo, consiguen dejar todo su trabajo finalizado y conciliar a la perfección vida laboral con vida privada. ¿Por qué? Porque han conseguido mejorar su eficiencia y su rendimiento en el trabajo, alcanzando una mejor calidad de vida.
Hoy te damos algunos consejos para que consigas mejorar tu productividad laboral, dejando de lado el estrés que supone ver cómo las horas avanzan sin que el trabajo salga adelante.
Clasifica y ordena
Básico. Para ser productivo en el trabajo es necesario tener un espacio de trabajo ordenado y bien organizado. Para ello, lo mejor es que ordenes todos los papeles que tienes sobre la mesa y dentro de los armarios. Clasifica los documentos y deshazte de aquellos que no necesitas. Esto aplica también al ordenador. ¿Eres de esas personas que tiene el escritorio del ordenador lleno de archivos? Clasificar y organizar bien los documentos en el ordenador te ayudará a encontrar las cosas muchísimo antes, ahorrando un tiempo precioso.
Haz una lista con tus tareas
Lista y clasifica las tareas que tienes pendientes en función de su importancia y su grado de urgencia. Ocúpate antes de nada de lo importante y lo urgente e intenta delegar en alguien lo urgente pero menos importante.
Realiza pausas a lo largo del día
Respeta las pausas necesarias para poder despejarte y retomar le trabajo con fuerzas renovadas. Estas pausas permiten que tu cerebro se regenere, tome aire y afronte con más energía el resto del día. Queda prohibido comer cualquier cosa delante del ordenador. Busca un restaurante cercano que ofrezca menús sanos y equilibrados y acércate a comer. Esta pausa te ayudará a afrontar de manera más productiva las tareas que tienes que hacer por la tarde.
Aprende a decir “no”
Uno de los principios inamovibles de la productividad laboral: no puedes aceptar más trabajo del que puedes llevar a cabo. Debes ser consciente de tus límites y aprender a decir que no. Tener una sobrecarga de trabajo solo te conducirá a situaciones de estrés, desmotivación y provocará un descenso en tus niveles de productividad.
Cuídate
Ya te hemos mencionado la importancia de llevar una dieta equilibrada, pero igual de importante es realizar alguna actividad física y cuidar la calidad de tu sueño. No descuides estos aspectos tan importantes si quieres rendir más en tu trabajo.