La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su informe Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo 2021, ya destacaba entonces cómo las plataformas laborales digitales estaban transformando por completo el ámbito del trabajo. En dicho estudio apuntaba el auge que, a raíz de la pandemia por Covid-19, estaba experimentando el teletrabajo. Una modalidad que cada vez está más asentada.
Esta nueva realidad, que parece haber llegado para quedarse, está obligando a las empresas a adaptarse. El desafío que ahora se plantea es el de ajustar los beneficios sociales que ya disfrutaban los trabajadores que desarrollan sus labores de forma presencial a quienes lo hacen de manera remota.
¿Cómo ajustar un plan de beneficios sociales a la modalidad de trabajo a distancia?
En esta línea, la OIT viene avisando desde hace más de un lustro de la importancia de establecer una frontera que separe claramente la vida profesional de la personal.
En sus estudios, explica que el teletrabajo puede mejorar el equilibrio entre estas dos facetas, al reducir o eliminar el tiempo de desplazamiento al centro de trabajo. Sin embargo, también existe el riesgo de que dicha frontera se desdibuje dando lugar a jornadas más largas e intensas que provoquen interferencias en el hogar.
¿Cómo evitar este problema? Implementando un plan de beneficios sociales basado en la conciliación, que promueva un ambiente laboral saludable e incentive la motivación de los empleados. ¿Y cómo se hace esto? La clave está en garantizar una adecuada gestión horaria.
Flexibilidad y teletrabajo deben ir de la mano
Setesca Talent, una consultoría IT especializada en la búsqueda y selección de talento, recoge algunas conclusiones muy interesantes en su Análisis en las preferencias en procesos de atracción y retención de talento. La principal de todas ellas es que lo más valorado por los trabajadores es la flexibilidad horaria (73,3 % de los encuestados).
En este sentido, es importante ayudar a que el empleado sienta que puede desarrollar su carrera profesional sin renunciar a sus necesidades personales. Una buena fórmula, muy aplicada, es la implantación de la retribución flexible, por la cual un trabajador puede decidir cuánto va a trabajar y sus emolumentos irán en proporción.
Gracias a ella, este va a tener la posibilidad, además, de destinar hasta un 30 % de su salario a servicios exentos de IRPF, con el significativo ahorro que ello supone.
Compensar la productividad
En el estudio que te hemos citado en la introducción se hace también referencia a que implantar un buen sistema de teletrabajo puede traducirse en un aumento notable de la productividad en una empresa.
Ahora bien, aunque el empleado esté trabajando desde su casa, sus esfuerzos han de ser recompensados de la misma manera. Una buena idea para mejorar la experiencia y motivación de la plantilla consiste en facilitar bonos y pluses orientados a la consecución de los objetivos.
Promover la formación bonificada
Uno de los principales reclamos de los profesionales que, de manera habitual, desempeñan sus tareas a distancia, es la posibilidad de disfrutar de una formación de calidad sufragada o bonificada por la compañía. Concretamente, un 37,33 % según los datos arrojados por el informe de Setesca Talent que también te hemos mencionado con anterioridad.
Esto tiene un doble beneficio. Por un lado, el asalariado siente que su seguridad en el empleo aumenta al adquirir nuevos conocimientos y habilidades que le permitan mejorar su cualificación. Por otro lado, la empresa se beneficia al contar con trabajadores formados en materias de utilidad para el desempeño de sus labores de manera más eficiente.
Otros beneficios sociales
Un buen plan de compensación y beneficios sociales para teletrabajadores debe contemplar otros aspectos que son igualmente importantes. A continuación, te destacamos algunos de los más reclamados:
- Seguros de salud. En tiempos de pandemia, los empleados a distancia percibían como una gran ventaja el hecho de disfrutar de una de estas pólizas sufragadas por la empresa. En la actualidad, sigue siendo un gesto que hace sentir importante al trabajador, en tanto que entiende que la compañía para la que trabaja se preocupa por su bienestar.
- Ayudas al transporte. Los desplazamientos se reducen con el teletrabajo, aun así es bastante común que el empleado tenga que desplazarse puntualmente a su centro. Por tanto, ofrecer ayudas al transporte se valora de manera muy positiva. Esto, además, puede convertirse en una contribución a la sostenibilidad si se promueve el transporte público.
- Dietas para comidas. Es quizás uno de los aspectos que puede dar lugar a mayores controversias. Si entendemos que el trabajador a distancia tiene los mismos derechos que el que desempeña sus funciones en una oficina, la empresa no puede decidir de manera unilateral que quien está en su casa no va a ser compensado con estas dietas. Esto podría entenderse como una discriminación; por ello, es un beneficio social muy valorado que influye de forma directa en el éxito en la retención del talento.
- Bonos para guarderías y comedores escolares. Es una ventaja que contribuye a aumentar la conciliación familiar y que también está entre los principales reclamos de los teletrabajadores, sobre todo quienes tienen hijos pequeños.
Las cifras del teletrabajo en los últimos años
El crecimiento del teletrabajo, acelerado en años de pandemia, es una tendencia que ha transformado por completo el modelo de trabajo tradicional. No obstante, en los últimos meses se ha ralentizado, a pesar de lo cual los expertos apuestan por esta modalidad como alternativa de futuro.
Para sostener esta afirmación, basta con comparar los datos que nos aporta el Instituto Nacional de Estadística. Según este organismo, a comienzos de 2021 un 27 % de las empresas españolas contaba con empleados que teletrabajan de forma habitual.
Sin embargo, en noviembre de 2022, solo un 14 % de la población ocupada desempeñaba sus labores profesionales a distancia, según la encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en los Hogares. Esto supone un descenso de 3,6 puntos respecto a la misma fecha del año anterior.
En cualquier caso, el teletrabajo es una fórmula que aporta beneficios tanto a trabajadores como a las empresas, que pueden reducir sus costes. Una alternativa que contribuye a atraer y retener talento, aunque se encuentra en un momento repleto de desafíos y oportunidades.