Son muchos los factores que contribuyen a aumentar la productividad de un empleado y la comodidad es uno de ellos. Teniendo en cuenta que pasamos alrededor de 2.000 horas anuales trabajando, parece lógico que encontrarnos cómodos en nuestro puesto de trabajo es esencial para desarrollar nuestro trabajo de la mejor manera.
Los colores, la iluminación o un puesto de trabajo adaptado ergonómicamente son aspectos que hay que cuidar especialmente para incrementar la productividad de los empleados.
Los hábitos y las maneras de trabajar han evolucionado mucho en los últimos años debido al uso de nuevas tecnologías. Así, los espacios también deben adecuarse a estas nuevas formas de trabajar. Los espacios de trabajo evolucionan de un aspecto más formal hacia un diseño más informal, facilitando la comunicación y el trabajo en equipo.
Además de la comodidad, existen otras formas de mejorar la productividad. Escuchar música es una de ellas. Los sonidos de la música hacen que el cerebro produzca dopamina, mejorando el humor, la autoestima y la predisposición del trabajador. Eso sí, la música debe ser instrumental ya que la música con letra puede producir el efecto contrario y generar distracciones. La música favorece la creatividad, el equilibrio emocional y mejora la comunicación. Está estimado que escuchar música mientras se trabaja aumenta el rendimiento en un 12,5%.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de aumentar la productividad es la alimentación. Mantener una dieta sana y equilibrada nos ayuda a estar más sanos, más felices y, por tanto, a ser más productivos.