Suena el despertador. Comienza otro día y por delante muchas horas de trabajo y como no, atascos en el coche para ir y venir. Con este panorama, normal que no apetezca salir de la cama. Pero es que a esto le tenemos que unir que la utilización del transporte privado para dirigirse al trabajo es menos económico y lo que es más importante, poco beneficioso para la salud.
Según un estudio británico de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical y la University College London, las personas que utilizan el transporte público, van caminando o en bici a su trabajo tienen menos peso corporal y grasa en el cuerpo que quienes utilizan sus coches.
Este grupo de investigadores quiso conocer la relación que existe entre el traslado activo y dos marcadores conocidos para la obesidad, el índice de masa corporal (IMC) y el porcentaje de grasa corporal. Para ello hicieron 7.534 mediciones de IMC y 7.424 de porcentaje de grasa corporal en hombres y mujeres. Los resultados que se extraen indican que el uso del transporte público, la bici o caminar trae consigo menor IMC y una composición corporal más saludable.
Pensando en esto, muchas empresas cuentan con la tarjeta Cheque Transporte que permite a los trabajadores beneficiarse de ventajas fiscales. Es por tanto un elemento de motivación muy valorado y de fácil gestión. Con nuestra tarjeta de prepago podremos tener de forma sencilla nuestro bono de metro, de cercanía, de autobús, etc. Ahora sí que ya no hay excusa para dejar el coche en casa.
Foto: ecomovilidad.net